Un grupo de especialistas ha recomendado al Parlamento Europeo que abandone su intención de establecer como obligatorio el uso de limitadores de velocidad en los vehículos comerciales ligeros.
La medida formaba parte de una serie de normas encaminadas a reducir las emisiones de CO2 a la atmósfera, pero el deseo de no cargar excesivamente los costes de los fabricantes de estos vehículos, que vieron como la demanda de los mismos se reducía en Europa un 13 por ciento en 2009, ha llevado a posponer esa norma, aunque no se descarta que vuelva a plantearse dentro de algún tiempo.