El Consejo de Transportes de la CEOE, que volvió a nacer el 13 de mayo del pasado año, continúa con paso firme el largo camino emprendido para lograr una ‘voz única’ representativa de las distintas patronales del sector y postularse como interlocutor ante la Administración.
Su primera tarea, la elaboración de un ‘Memorándum’, que pretende ser un documento de posicionamiento del transporte, del que se desprenda su importancia estratégica dentro de la economía española, está a punto de llegar a su fin. El documento, pilar fundamental en la inminente celebración de la Cumbre del Transporte Español, analiza el sector en su conjunto, su situación actual y problemática, para recoger finalmente las diversas propuestas de las patronales sectoriales.
Como no podía ser de otra manera, la actualidad manda y la crisis está muy presente en el informe, que refleja la inquietud de las organizaciones empresariales ante la brusca caída de la actividad y la poca facilidad para acceder a líneas de créditos para la financiación del circulante y la tesorería. Pero el documento también mira al futuro y destaca el escaso desarrollo de la intermodalidad, que supone un lastre para la competitividad de las empresas.
El mensaje es claro: se precisa un ‘serio proyecto’ de inversión en infraestructuras que no deje a las mercancías en segundo plano, como ocurre con el PEIT. ¿Se dará por enterado el Ejecutivo de Zapatero?
De momento, el organigrama pergeñado por el nuevo titular de Fomento, José Blanco, hace albergar buenas esperanzas, ya que, en principio, muestra que existe una sensibilidad para potenciar el ferrocarril de carga.
En concreto, ha concentrado la política ferroviaria en la recuperada Secretaría General de Transportes, a cuyo mando ha colocado a Cachafeiro, que, por su trayectoria profesional, conoce de primera mano el negocio. Habrá que esperar. Después de ver realizar tantos trucos a Zapatero, es imposible predecir qué sacará ahora de la chistera.