Roser Obrer avanza que la modificación del Anexo IX del Reglamento General de Vehículos “puede tardar entre seis y nueve meses”, en el marco del Foro Nacional de Transporte de Aecoc.
La aprobación definitiva de la ampliación de las masas y dimensiones de los camiones hasta las 44 toneladas, así como la libre circulación de los vehículos euromodulares (megacamiones y ‘duotrailer), va a tener que seguir esperando.
Así lo puso de manifiesto la directora general de Transporte por Carretera y Ferrocarril del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, Roser Obrer, en el marco del vigesimotercero Foro Nacional de Transporte de Aecoc, que tuvo lugar ayer en Madrid.
La modificación del Anexo IX del Reglamento General de Vehículos, que es la que permitirá la circulación de estos vehículos “forma parte de los acuerdos alcanzados entre transportistas y cargadores, por lo que sería injusto paralizar esto. Esto se tiene que hacer”, afirmó Roser. En esta línea, “vamos a empezar con la tramitación como Gobierno, porque esto se hace a través del Ministerio del Interior”, recordó.
Obrer avanzó que en el curso de los próximos días o semanas se va a empezar la tramitación. “Se está trabajando en un borrador que se convertirá en texto y que tendrá que pasar por un período de información pública y un período de alegaciones hasta dar lugar a la tramitación final”, indicó. En la práctica “puede tardar entre seis y nueve meses la tramitación final”, resaltó. Ante la sorpresa por este nuevo retraso en los plazos, la directora de Logística y Transporte de Aecoc, María Tena, llegó a señalar a Obrer que “no hace falta abrir un período de alegaciones, porque el documento está consensuado y es importante agilizarlo”.
En relación con la nueva coletilla de Ferrocarril añadida a la hasta ahora Dirección General de Transporte por Carretera, Obrer aseguró que “no ha habido modificación de funciones, solo cambio en el nombre”. De hecho, “queremos trasladar al sector que nos gustaría que se entendiese como un gesto al transporte por carretera, puesto que el ferrocarril sin la carretera no puede vivir”, apostilló.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional de Transporte por Carretera, Carmelo González, denunció que en el sector “somos incapaces de digerir la vorágine normativa que nos viene de Europa, del Gobierno de España y de las Administraciones regionales y locales”. González insistió en que “los ataques son permanentes y el sector tiene que hacer frente a desafíos e incertidumbres brutales”.
En este sentido, “la descarbonización es un problema”, advirtió. “No todo lo que viene de Europa es bueno y nos hacen ir a unas velocidades que ni queremos ni podemos asumir”, remarcó. González señaló a los cargadores que es importante que vean al sector del transporte como un centro de beneficio no como un centro de coste que hay que reducir. “Nuestro servicio es un apéndice de la industria y del comercio y queremos ser rentables como sector”, matizó.
En el ámbito de la digitalización, el presidente del Comité advirtió de “la necesidad imperiosa” de participar en las ayudas destinadas a este ámbito y que en su mayor parte están pendientes de adjudicar. En concreto, solo hay concedidos 14 de los 110 millones asignados, según avanzó Roser Obrer. “Podemos buscar otras alternativas para esos fondos, pero es una oportunidad que el sector no debería dejar pasar”, afirmó Obrer. “Estos fondos son necesarios porque ahorran costes y garantizan la trazabilidad en los servicios”, coincidió González.
El “carajal” de la movilidad sostenible
El presidente del Comité también se quejó de que “en movilidad sostenible tenemos un carajal” e hizo votos porque los cargadores se les unan en el esfuerzo de convencer a todos de que descarbonizar no es solo electrificar sino neutralidad tecnológica. “El sector está a favor de la electrificación, pero no de la velocidad a la que se quiere imponer en este caso”, insistió.
Por otra parte, González pidió a los cargadores que se involucren también en el problema de la escasez de conductores. “Hay temas que no son responsabilidad de las empresas de transporte, como las horas de espera, lugares indignos donde tienen que esperar los conductores, etc.”, afirmó. Además, reclamó al Ministerio de Transportes que se implique más. “Se han creado los grupos de trabajo, pero necesitamos conseguir avances para el colectivo al que representamos. Si no, esta situación puede dar armas al diablo”, alertó. “Es preciso avanzar y dar la sensación de que se consiguen objetivos”, aseguró.
El director general de Aecoc, José María Bonmatí, destacó “el espectacular esfuerzo” que han tenido que realizar los cargadores “para conseguir que pueda funcionar la prohibición de la carga y descarga por el transportista”. Además, Bonmatí apostó por la búsqueda de “espacios de entendimiento y de colaboración” con los transportistas. “Desde posiciones encontradas, tenemos la obligación de conseguir que la cadena logística sea competitiva”, afirmó.
Por su parte, Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic y miembro de la Ejecutiva de la IRU, destacó que hay hasta ocho directivas europeas vinculadas al Pacto Verde que afectan al sector del transporte. Valdivia explicó que la hoja de ruta de la organización internacional del transporte en el ámbito del Pacto Verde se centra en pilares como los vehículos más eficientes, los combustibles o energías alternativas, una logística más eficiente y la presencia de conductores de calidad.