Fernando Candela, CEO de Iberia, recuerda, en el marco de ‘Global Mobility Call’, que es la única solución inmediata para descarbonizar el modo aéreo y representa “una oportunidad para España”.
Las aerolíneas reclaman que la Administración española ponga en marcha de forma urgente un programa de incentivos para el Sustainable Aviation Fuel (SAF). Así lo puso de manifiesto el presidente y consejero delegado de Iberia, Fernando Candela, en el marco de Global Mobility Call, cuya segunda edición tiene lugar en el recinto ferial Ifema de Madrid.
Candela recordó que la carrera hacia la descarbonización en el modo aéreo tiene sobre la mesa tres soluciones: la electrificación, el hidrógeno verde y el SAF. “Tan solo el SAF es una solución inmediata”, apostilló. En este contexto, el presidente de Iberia resaltó que este tipo de combustible es “una oportunidad para la economía española”.
El máximo responsable de Iberia apuntó que, según diferentes estudios, el desarrollo de la industria del SAF en España representaría “una contribución de 56.000 millones de euros al PIB, así como la creación de 230.000 puestos de trabajo, que por las características de este combustible se concentrarían en la España vaciada”.
La relevancia de estas cifras empuja a insistir en la necesidad del programa de incentivos mencionado, también en el ámbito de la producción. “Sería una irresponsabilidad política no tratar de asumir el liderazgo por parte de España en la producción de este tipo de combustibles sostenibles”, alertó Candela.
Por su parte, Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), argumentó que “la aviación comercial es uno de los sectores más difíciles para avanzar en la descarbonización”, si bien “ya contamos con el SAF, que es una realidad y que representa un recorte del 80 por ciento de las emisiones”. En este sentido, “el precio del SAF se sitúa entre tres y seis veces el del queroseno, por lo que es preciso escalar la producción de manera urgente”, matizó Gándara.
Julio Casas, director Comercial Aviación de BP Europa, Oriente Medio y África, recordó que el SAF, que utiliza como materia prima residuos orgánicos, aceites usados, etc., “se puede mezclar con combustibles fósiles tradicionales, lo que permite su implantación inmediata”. Además, “hoy en día se puede utilizar el SAF sin necesidad de modificar ni las aeronaves ni las infraestructuras de carga de combustible en los aeropuertos”, añadió. BP tiene planeada la puesta en marcha de cinco plantas a nivel mundial que generarán una producción de alrededor de 50.000 barriles diarios de biocombustibles, principalmente SAF, según avanzó Casas.
A su vez, Amparo Barea, directora de Innovación, Sostenibilidad y Experiencia Cliente de Aena, hizo hincapié en la idea de aeropuerto como hub energético. “Los aeropuertos tienen que estar preparados para dar respuesta a los diferentes vectores de la descarbonización del modo aéreo: SAF, electrificación e hidrógeno verde”, indicó.
Andrés Arranz, presidente de Senasa, insistió en que “el SAF es la única solución a corto plazo para reducir emisiones en el sector aéreo”, pero que también se encuentra con barreras, como la escasez de la producción y el precio. “Las dos barreras están relacionadas, porque en el momento en que la producción aumente, el precio bajará”, si bien “sin mecanismos de compensación es muy difícil ese impulso”, alertó.
Para el presidente de Senasa, es imprescindible que la Administración adopte “medidas de compensación equilibradas”, entre las que citó de manera inmediatsa “las exenciones en el ámbito nacional de tasas para las aerolíneas que utilicen SAF”. En todo caso, “estas medidas solo van a tener efecto real si se aplican en todo el mundo, por lo que España tiene que estar especialmente activa en su divulgación, por ejemplo, en Latinoamérica”, subrayó.
Colaboración público-privada
La segunda edición de ‘Global Mobility Call’, que reunirá durante tres días a más de 10.000 profesionales de diferentes modos de transporte, arrancó con una mesa redonda sobre el sector público como impulsor de la colaboración pública y privada para hacer frente a los nuevos retos de la movilidad.
María José Rallo, secretaria general de Transportes y Movilidad, dejó el mensaje de que el Ministerio de Transportes y las empresas públicas del grupo quieren ser “activos en intensificar la colaboración público-privada más allá de los enfoques tradicionales”. Según Rallo, “todas las empresas del grupo han dado pasos de gigante en esa línea y es un camino que tiene que hacerse cada vez más intenso”.
María Luisa Domínguez, presidenta de Adif, destacó que la pública es el primer ente inversor de infraestructuras de España, “con lo que supone de efecto tractor”. Domínguez destacó el éxito de la liberalización en el sector pasajeros, no así en el de mercancías, que “pese a que hay muchos operadores privados, quizás por la posición periférica de España, no se ha producido el impacto en el negocio que cabría esperar cuando se puso en marcha el proceso de liberalización en 2007”.
Para Sergio Vázquez, presidente de Ineco, “el sector público tiene que ser capaz de rodearse de talento y es ahí donde la colaboración público-privada se convierte en un círculo virtuoso, puesto que el talento está repartido entre los dos sectores”.
Mientras, Álvaro Rodríguez Dapena, presidente de Puertos del Estado, puso sobre la mesa el caso de éxito en la colaboración entre el sector público y el privado que representa el modelo land lord en los puertos españoles. Rodríguez Dapena aseguró que “el Marco Estratégico viene a desechar la idea de que las autoridades portuarias son meros caseros del puerto, para cambiar el paradigma hacia la idea de que el sector público es coemprendedor y cocreador en liderar la oferta integral de cada puerto”.
Raül Blanco, presidente de Renfe, puso el foco en que en la filial de mercancías ha buscado “un socio estratégico, que mediante la colaboración público-privada nos haga más competitivos”.