Mucho se ha hablado de los indicios de recuperación de la economía estadounidense gracias a las medidas tomadas por la Administración de Obama y del relanzamiento de la actividad económica china, tras el tropezón que generó la crisis financiera y crediticia mundial después de los Juegos Olímpicos de Pekín, pero la realidad no confirma ni lo uno, ni lo otro.
En tanto que el paro está creciendo mes tras mes en EEUU al tiempo que baja una y otra vez el índice de confianza del consumidor en aquel país, en China las medidas fiscales tomadas por el gobierno de este gigantesco país asiático para reactivar la demanda de camiones no están cuajando en los resultados deseados.