El sector del transporte ligero en España es el más afectado por la crisis económica.
La oferta de vehículos comerciales ligeros y furgonetas a la venta se disparó un 96 por ciento en España en el último año como consecuencia de la crisis económica que está haciendo mella, especialmente, en el colectivo de autónomos, según un estudio elaborado por la plataforma europea de vehículos en la red, AutoScout24
El informe de AutoScout24, que movió cerca del 40 por ciento de los vehículos de segunda mano que se comercializaron en España el pasado año, explica que la coyuntura actual, que ha llevado a la pérdida de casi 140.000 empleos autónomos en los últimos doce meses, está obligando a este colectivo a deshacerse de los que, hasta ahora, eran sus vehículos de trabajo. De esta forma, los trabajadores por cuenta propia, que componen uno de los sectores sociales más desprotegidos desde el punto de vista empresarial y laboral en España, están recurriendo al mercado de segunda mano con el objetivo de vender un vehículo ya innecesario, o bien conseguir dinero rápido ahora que el acceso a la financiación representa el principal problema para la supervivencia de sus negocios.
De hecho, más de 300.000 autónomos acudieron entre el 1 de enero y el 15 de febrero a bancos y cajas para solicitar líneas ICO y sólo 1.100 pudieron acceder a ellas, según la Federación Nacional de Trabajadores Autónomos (ATA). En este sentido, los trabajadores autónomos que están colgando el cartel de “se vende” son aquellos que se dedican a pequeñas reparaciones o reformas, cuidadores sociales, así como los que trabajan para el sector del transporte ligero de mercancías, que han visto reducido su trabajo o se han visto abocados a echar el cierre de sus empresas.
El estudio muestra que los trabajadores por cuenta propia están tendiendo a retener cada vez más tiempo su “vehículo de trabajo”, tratando de estirar al máximo su vida útil para economizar en su cuenta de resultados. Su edad media aumentó en siete meses, hasta situarse en más de cinco años de antigüedad, con un kilometraje de más de 96.400 kilómetros, lo que supone un rodaje anual de 19.200 kilómetros. El envejecimiento progresivo de estos vehículos se corresponde con un descenso drástico de su precio, hasta el punto de que el en el último año registraron una caída de un 15,6%, acentuándose esta bajada en los dos primeros meses de 2009, cuando se situó en 9.800 euros.