Holanda pide que se pueda cargar en todos los países atravesados en el viaje de retorno.
El alcance del cabotaje por carretera en la futura Directiva sigue enfrentando a los Estados de la UE. Asimismo, los esfuerzos volcados por Jacques Barrot, comisario de Transportes, por incluir la responsabilidad civil de los armadores y controles por parte de los Estados en la legislación europea parecen abocados al fracaso.
Los ministros europeos de Transporte no se ponen de acuerdo sobre el alcance de la liberalización del cabotaje por carretera. La fórmula propuesta por Jacques Barrot, comisario de Transportes, bautizada “3x7” (tres cabotajes en los siete días siguientes al transporte internacional), recaba el apoyo de Alemania, España y Francia, aunque insisten sobre la necesidad de un reglamento fácilmente aplicable y controlable. De hecho, la interconexión de los registros nacionales de vehículos, prevista en el proyecto de Directiva para 2013, es codición sine quanon para Alemania. Pero Bélgica y Holanda juzgan que la propuesta se queda corta.
Etienne Schouppe, expresidente de ABX Logistics y nuevo Secretario de Estado para el Transporte de Bélgica, cree que “limitar el cabotaje a un solo país es un retroceso con respecto a la situación actual”. Holanda comparte la misma opinión. “Después de 15 años de experiencia, los temores ligados inicialmente al cabotaje se han mostrado infundados. El cabotaje no ha hecho aumentar el transporte por carretera, sino que lo ha hecho más eficaz”, afirma Camiel Eurlings, minitro de Transportes de Holanda. Por tanto, ambos países exigen poder cargar mercancía en todos los países atravesados en el viaje de retorno.
Esta postura es apoyada por Portugal y los países bálticos, pero fuertemente rechazada por Austria. Jacques Barrot insiste en la necesidad de adoptar un texto a más tardar en junio, y promete una revisión de la legislación en 2012. Por otra parte, si bien Barrot pudo felicitarse por la aprobación del proyecto Galileo y del ferrocarril exclusivo PARA carga, tuvo que resignarse a la opOsición encabezada por Alemania ante la ampliación de la Directiva sobre seguridad marítima. Mientras que Francia, Bélgica, España y Portugal desean incluir la responsabilidad civil de los armadores, y controles más severos y obligatorios por parte de los Estados que abanderan los barcos en la legislación europea, el resto de países de la UE consideran que estas atribuciones corresponden únicamente a la Organización Marítima Internacional.