La carestía de los combustibles y la dificultad de aumentar a los clientes las tarifas de transporte no han podido con los deseos de los transportistas de modernizar su flota
El pesimismo que parecía reinar entre los fabricantes de vehículos industriales durante el último cuatrimestre del año 2005 no ha cristalizado, afortunadamente, en un descenso significativo de las matriculaciones. La carestía del gasóleo y la dificultad de subir los precios no han frenado los deseos de renovar flota de los transportistas.