La consultora marítima Clarksons pronostica que el tráfico podría alcanzar los 154 millones de TEUs en 2011 siempre que las navieras controlan la capacidad.
Despúes de un annus horribilis llegaron las vacas gordas. Las navieras recuperan sus cifras en negro, y hasta las más escoradas dan buenas noticias. Los americanos reportan crecimientos del 17 por ciento en sus puertos principales, y aunque al año que viene su economía seguirá a media máquina, las previsiones son alentadoras
Las navieras de contenedores registraron un récord histórico de tráfico de contenedores en 2010, tras haber sufrido la peor caída también de la historia en 2009. Si en 2008 el volumen total fue de 137 millones de TEUs, el año pasado el sector movió más de 140 millones de TEUs, lo que representa un crecimiento del 12,3 por ciento con respecto a los 124 millones de TEUs de 2009.
Los datos proceden de un informe de la consultora Clarksons Research, que estima que, de seguir la tendencia, el tráfico de 2011 se elevará a 154 millones de TEUs, es decir, casi el doble del volumen transportado en 2003 (83 millones de TEUs). La ruta que más crecerá en 2011 será el tráfico Norte-Sur, junto con el Pacífico. El Atlántico seguirá acumulando retraso debido a una economía americana aún renqueante.
En su último informe mensual, Clarksons señala que las principales rutas globales han aumentado su volumen de transporte en un 11,3 por ciento en 2010, aunque las rutas secundarias y de feedering no se han comportado tan bien. La flota mundial ha crecido un 9,5 por ciento en unidades desde enero. La cartera de pedidos representa actualmente el 27,6 por ciento de la capacidad total de transporte, mientras que en 2007 llegó a ser el 60 por ciento.
La mayor parte de la cartera de pedidos corresponde a buques de más de 4.000 TEUs. Los astilleros suman un total de 360 pedidos de este tipo de buques, con un total de 3,3 millones de TEUs, equivalentes al 56 por ciento de la capacidad existente para esta categoría. Por su parte, los pedidos para buques panamax se reduce a 78 unidades, o el 8,2 por ciento de la flota en servicio.
Los feeders entre 100 y 499 TEUs sólo tienen cuatro unidades en construcción. Los precios de los barcos, tanto nuevos como de segunda mano, siguen recuperándose. Un barco de 6.400 TEUs alcanza hoy los 80 millones de dólares. La media de 2009 fue de 66,5 millones de dólares, pero en 2007 y 2008 habría costado hasta 100 millones de dólares. El año pasado, un buque sin aparejo de 10 años de antigüedad habría cambiado de manos por 15 millones, y hoy lo hace por 36 millones.
¿Las navieras aprenden de los errores del pasado?
El año 2010 se recordará como el “año del gran rebote” en la industria del transporte marítimo de contenedores. Este sector jamás había experimentado una pérdida de volúmenes hasta 2009, pero lo cierto es que las navieras supieron reaccionar: retirada masiva de buques, cancelación de servicios y de pedidos a los astilleros, técnicas de “low steaming” para reducir costes (y “ser más ecológicos”).
Hoy, los resultados son los esperados. Pero, ¿y mañana? De momento, los analistas predicen que la tendencia continuará, si bien los grandes mercados estadounidenses y europeos no van a registrar cifras espectaculares. Lo que ocurre es que las navieras no van a repetir los errores del pasado. Además, las tarifas se encuentran actualmente en su nivel más bajo desde que comenzó el año: el índice de precios de Shanghai cayó a 1.086 dólares por un 40 pies en la última semana de diciembre, un 30 por ciento menos que amediados de año.
Por su lado, Container Traffic Statistics confirma que en octubre el precio de un contenedor desde Asia hacia Europa estaba en su nivel más bajo desde enero. El crecimiento se ha ralentizado… ¿Será la estación baja? Veremos.