Ateia, que se ha comprometido al pago a 30 días, denuncia la existencia de “tarifas de referencia” en el transporte desde la dársena que “vulneran la libre competencia”.
Varias navieras han acordado no ceder el transporte de sus contenedores a una ‘lista negra’ de transitarias en el puerto de Valencia que vienen demorando pagos. Por su parte, Ateia-Valencia ha denunciado la existencia de unas tarifas de referencia remitidas junto con los acuerdos firmados por la comunidad portuaria el 13 de mayo
Las principales navieras que operan en el puerto de Valencia han acordado, a través de sus agencias consignatarias, no ceder el transporte a una ‘lista negra’ de empresas transitarias que vienen retrasando ampliamente los pagos a las empresas de transporte y autónomos ante su falta de talla empresarial y la escasa financiación que existe en el sector, según ha podido confirmar TRANSPORTE XXI en fuentes solventes. El objetivo es erradicar del sector “malas prácticas” que se han intensificado por la crisis económica como el pago de los portes entre 90 y 150 días.
Las asociaciones de transportistas ELTC, Transcont y Transconval obtenían el pasado 7 de junio este compromiso de los “dueños de la carga”, es decir, los navieros, para entregar directamente en determinados casos el transporte, sin intermediarios, bien a los flotistas o los transportistas autónomos. Javier Gimeno, presidente de Transcont, señalaba que “un acuerdo directo con las navieras evitará las intermediaciones y por tanto supondrá un abaratamiento de costes”.
El acuerdo, que se plasmaba en la Asociación Naviera Valenciana, que preside Vicente Boluda, permitía el fin del bloqueo de seis días de las terminales portuarias tras el paro del sector del transporte. Varias navieras se unían a la política de cesión del transporte iniciada desde el pasado año por el armador suizo MSC, fuertemente criticada en el pasado por Transcont, que establece determinadas condiciones con transitarios y transportistas con los que subcontrata el transporte de sus contenedores. Entre las ‘nuevas condiciones’ que pondrían en marcha las consignatarias figura “la concertación de un seguro para la carga y el contenedor y una serie de avales para asegurar el pago de los portes”. En resumen, consignatarias y navieras pasarán a exigir a varias transitarias “ciertas garantías” a la hora de hacer frente a los pagos de los transportes.
Al acuerdo de cesión del transporte y retención del mismo a ‘transitarios problemáticos’ se reconfirmaba el compromiso de los consignatarios, ya incluido en los acuerdos firmados en mayo entre Ateia, Naviera y asociaciones de transporte, de garantizar que los cobros se producirán en un máximo de 30 días, tal y como establece la nueva Ley del Contrato del Transporte, antes de finalizar el presente ejercicio.
La medida de reducir los tiempos de cobro permitirá “seguir trabajando sin arruinarnos”, según afirmaba un empresario adscrito a ELTC, mientras que desde Transcont expresaban su ‘satisfacción por el acuerdo’ al tiempo que advertían que “si los acuerdos a los que hemos llegado no se cumplen, en unas semanas volveríamos a dejar de prestar servicio”. Otras fuentes de la asociación Transcont, cuyos camiones mantienen junto con los de la mayoría de la patronal ELTC una pegatina con un número en las cabezas tractoras, señalaban que “el tiempo de ganar dinero a costa de los transportistas autónomos en Valencia se ha terminado”.
En los acuerdos suscritos por las patronales y asociaciones del sector el pasado 13 de mayo, aparte del compromiso de los 30 días, se decidía tomar como referencia el estudio de costes del Ministerio de Fomento “para evitar trabajar por debajo del umbral de la rentabilidad y que acaben con las malas prácticas y la situación de dumping que vivimos”, según reconocía un empresario adscrito a ELTC. Sin embargo, alguien jugó con los papeles de los acuerdos y les sumó una hoja adicional incluyendo unas ‘tarifas de referencia’ que se circularon entre transitarios y cargadores, según confirmaba a TRANSPORTE XXI Luis Rosa, presidente de la patronal Ateia-Valencia, que representa a 84 firmas transitarias.
Rosa, que denunciaba esta “presunta falsedad documental” ante la policía, afirmaba a este periódico que en los acuerdos de mayo (ver documentos adjuntos) “en ningún momento se habla de fijar tarifas de transporte, sino que indica que la determinación del precio de los servicios ha de darse en régimen de libre concurrencia de oferta y demanda, y dentro de la legislación vigente”. Días después, tras el fin del bloqueo del puerto, el presidente de Ateia-Valencia afirmaba, en nota pública, que “se exige a nuestro colectivo que acepte unas ‘tarifas de referencia’ de dudosa legalidad”, matizando que “supongo que el Tribunal de la Competencia, tendría mucho que decir al respecto.
Parece ser que es la única manera de que los autónomos puedan cobrar unos precios dignos, es decir, nos cargamos la libre competencia y bordeamos la Ley pactando tarifas de referencia”. Fuentes solventes afirman que “las tarifas de referencia benefician a los grandes transitarias y los flotistas porque es el arma para lrealizar descuentos y negociar subcontratación con autónomos”. Por su parte, fuentes jurídicas han confirmado a TRANSPORTE XXI que, aparte de las tarifas ilegales, “la aplicación de un porcentaje fijo del 10 por ciento para la comisión con autónomos y el punto VI de los acuerdos de mayo vulnerarían artículos de la Ley de Competencia al acordar criterios de facturación y pactar una congelación del crecimiento de flota”.
Miedo y temor a las represalias por un paro injusto e ilegal
Por sorpresa, sin previo anuncio, la asociación de autónomos Transcont, que maneja Javier Gimeno, iniciaba el 2 de junio un bloqueo de las terminales de contenedores del puerto de Valencia hasta el 7 de junio. Más de 30.000 contenedores de import-export bloqueados pendientes de destino. Elmiedo volvía a parar el puerto. Piquetes de autónomos rodeaban las puertas de entrada a las terminales portuariasmientras miembros de la Guardia Civil dejaban hacer.
En la retaguardia, la patronal ELTC secundaba la acción de Transcont, mostrando su solidaridad con las peticiones de los autónomos y contra el presunto “abuso de poder” de ciertas transitarias en el cobro de trágicas comisiones. Otros empresarios evitaron salir ante el temor a represalias, dentro de un teatrillo portuario de dumping, de sobredimensión y de falta de cultura empresarial. Un sector cultivado en la cultura del navajazo y con el debe en la conciencia del negocio de la pegatina y de la quema de camiones. Escasean los empresarios, sobran camioneros.