El primer trimestre de año se cierra con una actividad a la baja, un ascenso de los costes y unas previsiones poco alentadoras.
Los principales armadores de transporte de contenedores han anunciado un comienzo del año desigual, según zonas geográficas, pero positivo en términos generales. Las medidas estratégicas o de contención establecidas por las compañías a finales de 2019 obligadas por el aumento del precio del combustible, se revelaron como acertadas. Si en enero y parte de febrero, las regulaciones sobre combustibles IMO 2020, dispararon el precio de bunkering, la caída de la cotización del crudo a mediados de febrero relajó el precio de los repostajes y, sobre todo, acercó las tarifas entre los combustibles habituales y los de muy bajo contenido en azufre. Sin embargo, la media de aumento del búnker se ha situado en un 5 por ciento.
El estallido de la crisis del Covid-19 aceleró en un principio la actividad de transporte ante el previsible colapso de los mercados y el consumo y, casi todas las compañías incrementaron el precio del flete. “A pesar de la pandemia del coronavirus, hemos tenido un buen comienzo de año. Mayores volúmenes de transporte y mejores tarifas de carga han aumentado nuestros ingresos”, ha señalado Rolf Habben Jansen, director ejecutivo de Hapag-Lloyd, coincidiendo con la presentación de cifras del primer cuarto del ejercicio 2020.
Por su parte, fuentes de Yang Ming Marine Transport han indicado que, a pesar de haber registrado un trimestre ligeramente inferior al del año pasado “la estrategia comercial de la compañía y las mejoras de competitividad han sido efectivas y mantienen los ingresos en aproximadamente el mismo nivel del año pasado, bajo la presión de un desequilibrio entre la demanda y la oferta, así como un mayor coste operativo”.
Para Soren Skou, director general de AP Moller-Maersk, a pesar de que desde febrero la actividad se vio impactada por la bajada de fletes “el primer trimestre volvió a generar un crecimiento rentable. Las ganancias operativas aumentaron un 23 por ciento interanual y el retorno sobre el capital invertido alcanzó un 10,5 por ciento, 3,5 puntos porcentuales de mejora respecto al año anterior”.
Pero los operadores no ven buenas perspectivas para el segundo trimestre y, desde luego, no son capaces de aventurar el desarrollo completo del ejercicio. Según señaló Soren Skou, “mirando hacia el segundo trimestre de 2020, la visibilidad sigue siendo baja como resultado de la pandemia”. En todo caso, añadió, “esperamos que los volúmenes en el segundo trimestre disminuyan en todas las empresas, posiblemente hasta en un 20 o 25 por ciento”.
Por su parte, Yang Ming Marine Transport informó que “la actividad general del negocio de contenedores en el primer cuarto de 2020 muestra que los volúmenes disminuyeron un 4 por ciento respecto al año anterior, llegando a 1,24 millones de TEUs, mientras que el coste de combustible aumentó un 5 por ciento”. Por esta razón, la compañía adelanta que “podría esperarse una reducción de los ingresos debido a la retirada de capacidad de carga a gran escala en el segundo trimestre”.
Por último, para el director ejecutivo de Hapag-Lloyd, “aunque pudimos recoger un poco de viento de cola a principios de año, anticipamos que la pandemia tendrá un impacto muy significativo en 2020, comenzando en el segundo trimestre”, por esta razón, aunque la junta ejecutiva reafirmó la previsión de beneficios para todo el ejercicio, ahora se reconoce que será “apenas alcanzable” llegar al rango alto de las previsiones.