La incertidumbre económica en Norteamérica está forzando a los jefes de flota a reducir costes y prolongar la vida de sus vehículos. Mientras, inicialmente, en las pequeñas flotas de ligeros (menos de 10 vehículos) el uso de la telemática se ha circunscrito al mero rastreo, en las de mayor tamaño prefieren la implantación de sistemas integrados de gestión.
Las flotas pequeñas suponen el 80 por ciento del mercado, por lo que hay un alto potencial de expansión para la telemática. Según un estudio de la consultora Frost & Sullivan, el negocio de aplicaciones telemáticas movió 585 millones de dólares (453 millones de euros) en Norteamérica en 2011 estimando que podría crecer hasta los 1.100 millones de dólares en 2018.