La delincuencia provoca una reducción de los ingresos del sector de entre el 2 y el 8%.
Las pérdidas totales en el transporte por carretera en España como consecuencia del robo o el hurto superan anualmente los 100 millones de euros. En el conjunto del tráfico internacional, la delincuencia está provocando una reducción de los ingresos de las empresas del sector del transporte de entre el 2 y el 8 por ciento
”La delincuencia contra el sector del transporte está cada vez más organizada y la tendencia es que va a seguir incrementándose en los próximos años”, señalaba el teniente de la Guardia Civil especializado en delitos contra el transporte, Juan Bonilla, en una jornada organizada recientemente por Aeutransmer en Madrid. En esa misma línea se manifiestan desde una compañía aseguradora al reconocer que “los robos al transporte se han incrementado sustancialmente en los últimos años, sobre todo en lo que se refiere al transporte por carretera”.
De hecho, los datos son significativos. Actualmente, las pérdidas totales en el sector del transporte por carretera en España como consecuencia del robo o el hurto superan los 100 millones de euros anuales, según los datos que maneja el Cuerpo Nacional de Policía en base a estudios del sector del comercio en España. El transporte sigue siendo la fase menos azotada por la delincuencia en toda la cadena del comercio (8,3 por ciento), pero las cifras totales empiezan a preocupar seriamente.
Por su parte, en el conjunto del tránsito global mundial, las pérdidas por robo o hurto se sitúan entre los 20.000 y 40.000 millones de euros. Como consecuencia de todo esto, la reducción de ingresos en las empresas del sector se situaría según diversos estudios entre el 2 y el 8 por ciento. El impacto es, por tanto, elevado, pero no se queda sólo en la caída de la facturación, sino que lleva aparejado otras consecuencias como “la fractura de la cadena de suministro, el incremento de los costes de las operaciones, la pérdida de confianza de los clientes, etc. y también tiene repercusión en el entorno, es decir, en los propios clientes”, señala José Sánchez, director de Seguridad de Ochoa.
Además, es preciso tener en cuenta que la compañía de transportes se encuentra con el problema añadido de que “en la mayoría de los casos no sabemos ni lo que se mueve, porque la mercancía va dentro de una caja cerrada y precintada que no podemos abrir”, añade Sánchez. Por eso, desde el sector se denuncia que “tenemos un problema gordísimo, padecemos fuertes mermas económicas y nos estamos desangrando con la delincuencia contra el transporte”. Además, el director de Seguridad de otra importante paquetera reconoce que “es muy frustrante porque a algunos de estos delincuentes los llevamos viendo desde hace 20 años”.
Por este motivo, desde el sector se multiplican las voces que solicitan la puesta en marcha de una unidad especializada dentro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado para este tipo de delitos, tal y como ya sucede en otros países de nuestro entorno. Para el teniente Bonilla, sin embargo, “en la UCO de la Guardia Civil, por ejemplo, ya existen unidades para la delincuencia organizada que se han ido especializando en delitos contra el transporte por la propia dinámica de los hechos”.
Además, Bonilla recuerda que “la delincuencia organizada es transnacional, puesto que se cometen delitos en España y la mercancía robada sale al extranjero”. Según José Sánchez, para actuar de manera efectiva contra la delincuencia en el sector sería preciso tener en cuenta una serie de propuestas como “la mejora de la coordinación entre las distintas fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, las delegaciones del Gobierno y las policías locales” y en este sentido, pone como ejemplo el Plan Coopera en el que colaboran Guardia Civil y directores de Seguridad de las principales paqueteras.
Además, añade “cambios en el ámbito legal, principalmente de tipo penal, así como la implantación y desarrollo de políticas de gestión de la seguridad en la cadena de suministro”. De todos modos, Sánchez aprovecha para recordar que “el punto más débil actualmente sigue siendo la distribución capilar”.