La larga tramitación que exige la aplicación de bonificaciones para nuevos tráficos que recoge la Ley de Puertos es otra barrera para potenciar esta actividad en las dársenas.
Las normativas que afectan a las terminales de graneles líquidos no ayudan a potenciar esta actividad. Estas instalaciones se han ido adaptando a un entorno cada vez más volátil, mientras que la legislación sigue siendo demasiado rígida, sin adecuarse a las necesidades del mercado, según se puso de relieve en la jornada SIL Chemical
Las terminales de graneles líquidos están haciendo los deberes ampliando capacidad y dotándose de instalaciones especializadas para adaptarse a un mercado cada vez más cambiante. Las diversas normativas que afectan a esta actividad en los puertos españoles han quedado al margen de esta evolución, según se puso de relieve en la jornada SIL Chemical que se celebró, a iniciativa de la Autoridad Portuaria de Tarragona y la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT), durante la feria logística. “Hemos puesto medios para llegar más lejos, para tener más capacidad y hemos reducido los costes internos.
Ahora, falta la flexibilidad para que las terminales se adapten a lo que necesitan nuestros clientes y a lo que necesitan los clientes de nuestros clientes”, señaló Ignacio Casajús, director general de Vopak Terquimsa, con terminales en los puertos de Barcelona y Tarragona. La legislación actual “no está pensada para un entorno tan volátil”, puntualizó, “no pedimos una mayor laxitud”, pero las normas “se deben adaptar a la realidad del mercado”, sin perder de vista que “competimos con Tánger, Marsella, Génova o Argelia”, añadió el directivo. Una de las normativas que se debería modificar, a juicio del director general de Vopak Terquimsa, es la actual Ley de Puertos “porque afecta a los costes directos con la tasa de actividad o de ocupación”. Especialmente, es un lastre la larga tramitación que exige la aplicación de descuentos a los tráficos nuevos.
Estas bonificaciones se tienen que incluir en los Planes de Empresa de las autoridades portuarias, que deben remitir a Puertos del Estado para su aprobación. Aunque la actitud de la Autoridad Portuaria correspondiente “sea muy proactiva”, todo el proceso para lograr el visto bueno al descuento puede durar más de 12 meses, “cuando nosotros estamos haciendo contratos a un año”. Las normativas de seguridad que regulan esta actividad tampoco ayudan. Ello se debe, en gran medida, a que es “una legislación pensada para los productores, no para las terminales de líquidos”, asegura Ignacio Casajús.
Los fabricantes petroquímicos se mueven “con productos más estables”, mientras que la tendencia en las terminales de líquidos es trabajar con carga cada vez más variada. Aunque técnicamente un tanque esté listo para almacenar dos tipos de productos diferentes, la tramitación administrativa para habilitar el depósito para un segundo líquido tarda meses, un cambio “que debería ser fácil para adaptarnos al mercado”. Tepsa, con instalaciones en cuatro puertos españoles, es otra de las terminales que aborda el crecimiento de capacidad con equipamientos cada vez más especializados y automatizados. El futuro pasa “por involucrarnos en la cadena de suministro del cliente”, un proyecto que ha empezado a desarrollar con Dow Chemical, señaló Josep Enric Mañé, director de Tepsa Tarragona. En el marco de la jornada, también se puso de relieve la importancia del proyecto de Corredor Mediterráneo ferroviario con el tercer carril en ancho internacional para la industria petroquímica de Tarragona y para posicionar a la dársena como hub en estos tráficos.
Antes de que acabe el año, se constituirá el cluster químico, que promueven el puerto de Tarragona y la AEQT. Además, formarán parte universidades y la asociación de empresas de mantenimiento de la industria química, entre otros colectivos. El objetivo es “crear un escenario de colaboración para trabajar en red”, señaló Joan Pedrerol, presidente de la AEQT. “El cluster químico de Tarragona va más allá de una forma de organización común”, añadió Josep Andreu, presidente de la Autoridad Portuaria. Será el primer cluster de este sector que se constituya en España.
Tarragona, el 25% de la producción química
El polo químico de Tarragona produce anualmente 21 millones de toneladas, lo que representa el 25 por ciento del sector en España. Con este volumen, el complejo “es el más importante de España y del sur de Europa”, señala Joan Pedrerol, presidente de la Asociación Empresarial Química de Tarragona (AEQT) y director del complejo industrial de Repsol Tarragona. La cifra de negocio de la industria química ubicada en España alcanzó los 55.117 millones de euros en 2012, lo que representó el 11,5 por ciento del PIB industrial. El 51,3 por ciento de las ventas fueron en el exterior, siendo el segundo sector exportador del país.
En el caso de las químicas de Tarragona, las ventas al exterior se elevan al 60 por ciento de la producción. Las perspectivas siguen siendo buenas para este ejercicio. El sector químico crecerá el 1,4 por ciento este año y el 3,5 por ciento en 2014 , según la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique). Las exportaciones aumentarán el 4,9 por ciento en 2013 y el 5,8 por ciento el siguiente año, hasta alcanzar los 31.659 millones de euros en 2014, el 53,5 por ciento de las ventas .