La demanda española de vehículos comerciales ligeros cayó un 8,3 por ciento en el primer trimestre de 2011 con relación al mismo período de 2010. Considerando tan sólo el último mes del trimestre, marzo, la contracción llegó al 10,2 por ciento.
El origen de semejante empeoramiento de la situación se encuentra en los vehículos comerciales derivados de turismos, que son más un bien de consumo que un bien de inversión. La matriculación de esos derivados cayó un 20,1 por ciento en marzo y un 17,7 por ciento en el primer trimestre.