A consecuencia de la caída generalizada de las ventas de vehículos y de la demanda de transporte por carretera, Michelin, el fabricante francés de neumáticos, vio como su volumen de negocios durante el tercer trimestre de 2009 se redujo un 10,9 por ciento, cayendo a 3.750 millones de euros.
En el acumulado anual hasta septiembre, la facturación fue un 12,5 por ciento inferior a la conseguida en el mismo período de 2008. En este período, Michelin registró pérdidas de 122 millones, frente a los beneficios de 430 millones que había conseguido en el mismo semestre del año anterior.