La alimentaria tiene 240 contenedores fuera de uso tras su mala experiencia con Renfe.
Leche Pascual descarta retornar al ferrocarril, al menos a corto plazo, como consecuencia de la ausencia de “precios competitivos y de una interlocución única y fluida”. El grupo alimentario español cuenta con un parque de 240 contenedores fuera de uso, que son el mejor exponente de su mala experiencia con Renfe
Un año después de su definitiva salida de la terminal de contenedores de Abroñigal, donde tenía ubicado su centro logístico en Madrid, Leche Pascual ha pasado página en cuanto a su relación con el ferrocarril se refiere. La alimentaria descarta a corto plazo volver a subirse al tren, al menos hasta que se cumplan dos premisas: “precios competitivos y un nivel de interlocución único y fluido”. Así lo reconoce el director de Logística de Leche Pascual, David de la Calle. Leche Pascual tuvo una relación con Renfe que comenzó en 1998 y que se truncó definitivamente hace algo más de un año.
La alimentaria guarda de aquel episodio un parque de contenedores fuera de uso que alcanza las 240 unidades, algunas de las cuales todavía se pueden ver en la campa de la terminal de Abroñigal. En el momento más activo de la relación entre Pascual y Renfe la compañía alimentaria llegó a mover anualmente hasta Abroñigal 76.000 palets procedentes de su fábrica de Lugo y otros 165.000 palets procedentes de sus instalaciones de Aranda de Duero (Valladolid). Además, desde la terminal madrileña se daba salida cada año a 75.000 palets con destino al Levante y otros 90.000 palets camino de Andalucía.
Hay que recordar que Renfe llegó a operar un tren diario desde Aranda de Duero a Abroñigal cargado con productos de Leche Pascual, que venía a absorber un movimiento diario equivalente a 25 camiones. El responsable de Logística de Pascual reconoce que los servicios por tren se suspendieron como consecuencia del “fuerte incremento de precios, claramente desproporcionado frente a la carretera”.
Actualmente, el fabricante español concentra todos sus tráficos, tanto de larga distancia como de distribución, en la carretera. Así, gestiona 2,5 millones de palets al año en larga distancia que son transportados por una flota de un millar de camiones. Mientras, en la distribución capilar se genera un movimiento de 700.000 palets que son trasladados por una flota de 480 camiones de reparto. Por su parte, el nuevo centro logístico de Pascual en Madrid- Barajas gestiona diariamente una media de 700 palets y utiliza 105 camiones.