La alimentaria recupera el tren Lugo-Madrid, mientras negocia “varias líneas de posible colaboración” con la pública Renfe.
Leche Pascual mantiene activa su plataforma logística situada en la terminal del Adif de Abroñigal en Madrid y ha retomado tráficos por ferrocarril de la mano de Renfe. La alimentaria abandonó el transporte por ferrocarril a principios del presente año, pero desde hace unas semanas ha iniciado de nuevo tráficos en la conexión Lugo-Madrid
“La relación actual del Grupo Leche Pascual con Renfe es cordial. Estamos negociando nuevos acuerdos y, de hecho, estamos trabajando juntos de nuevo”, ha señalado a este periódico un portavoz del grupo alimentario español. Además, Leche Pascual continuará operando con normalidad su plataforma logística de Madrid, alquilada al Adif y situada en el interior del recinto de la terminal intermodal de Abroñigal. Como se recordará, Leche Pascual decidió abandonar el transporte por ferrocarril a comienzos de 2007, anulando los trenes completos que tenía contratados con Renfeentre las terminales de Aranda de Duero (Burgos) y Madrid, así como la contratación de huecos en trenes multicliente de Renfe con destino a diversos puntos de la geografía nacional.
El abandono tuvo su raíz en la nueva política tarifaria de Renfe. Además, el consiguiente desvío de los tráficos del ferrocarril a la carretera (5.000 camiones anuales), venía aparejado del abandono de las instalaciones logísticas que opera Pascual en en Abroñigal. En aquel instante, Leche Pascual marcó un plazo para el abandono de las instalaciones, que a su vez constituyen la delegación en Madrid de la compañía, de entre seis y doce meses.
Pero las negociaciones entre Renfe y Pascual se han retomado “intentando ajustar precios y plazos de entrega, siempre en busca de las soluciones más competitivas para nuestra compañía”, concreta el mencionado portavoz de la alimentaria. Las negociaciones ya han alcanzado un primer acuerdo que supone el retorno de Leche Pascual a la utilización del tren multicliente de Renfe que conecta las terminales del Adif de Lugo y Madrid-Abroñigal.
De esta manera, “hemos recuperado un volumen de movimiento de 125 contenedores al mes”, aseguran las mencionadas fuentes. Además, el meollo de las negociaciones está en los tráficos entre Aranda de Duero (Burgos), principal centro de fabricación de la alimentaria, y Madrid.
Para retomar esos tráficos, Pascual “ha manifestado que requiere de trenes con más capacidad de los que venían operando hasta ahora, lo que conllevaría una serie de obras de remodelación en la estación de Aranda, para adaptarla a las necesidades de ese tráfico”, han señalado a este periódico fuentes solventes, que apuntan que Pascual “seguirá utilizando las instalaciones de Abroñigal mientras contrate tráficos a Renfe”.