Manuel M. Vicens
Después de la lectura del Anteproyecto de ley de navegación marítima, en lo que atañe al transporte de mercancías, me debato entre el recelo y la esperanza. El recelo me inclina a rehusar casi todos los planteamientos del Anteproyecto por considerar que se encuentran anclados en el pasado. La esperanza me induce a creer como posible un cambio de orientación que sitúe al Anteproyecto en el contexto del siglo XXI.