Tras la salida “traumática” de la valenciana Transportes Jumara y la marcha negociada de Opelbi y Transportes Lapuente, la organización da entrada a nuevos operadores.
Las aguas bajan revueltas en el mercado español de la carga fraccionada -con una factura anual superior a los 2.800 millones-, donde las redes de distribución mantienen una competencia feroz para retener a sus clientes, cueste lo que cueste, y las ‘fugas empresariales’ siguen a la orden del día. Una de las últimas víctimas de estos movimientos ha sido la red de paquetería Línea 10, que ha logrado recomponer recientemente su organización tras la “salida traumática” de Transportes Jumara, que cubría Valencia, y la marcha negociada de Transportes Opelbi, la plaza de Bilbao, y Transportes Lapuente, que daba servicio en Aragón, Tarragona, Soria y Castellón.
Así lo avanzaron a este periódico fuentes de la compañía Asetrave, propietaria de la marca Línea 10, que trata de devolver la estabilidad al grupo y evitar nuevos abandonos después de un final de verano “muy turbulento”, que se suma a los efectos negativos de la crisis económica, que ha pasado una gruesa factura al grupo paquetero, con una caída de las ventas próximas al 15 por ciento desde el año 2008.
El golpe más duro llegó a finales de agosto con la pérdida de Valencia, que representaba entre el 15 y el 17 por ciento de las ventas de la red y constituía un “nudo estratégico” de la organización, con servicios directos a País Vasco y Andalucía, propiciando, además, que plazas como Murcia, Alicante y Albacete se apoyaran en esta delegación. Según apuntaron los mismos interlocutores, la empresa Transportes Jumara dejó la red de “forma unilateral” y vendió su fondo de comercio a CBL Logística, del grupo Salvat.
Un movimiento que podría acarrear consecuencias legales si prospera la demanda interpuesta por el grupo paquetero por “usurpación de marca y ruptura de contrato” contra Transportes Jumara, en la que CBL Logística figura como responsable subsidiaria, añadieron las mismas fuentes. El hueco dejado por la empresa valenciana lo ocupa Transarbo, que ha logrado taponar la herida abierta en el seno de la organización y recuperar, prácticamente, los niveles de producción que había en enero de 2010, aseguraron responsables de la compañía matriz de la red de paquetería.
El caso de Transportes Opelbi y Transportes Lapuente ha sido bien diferente, aunque su salida también supuso un duro varapalo para la organización. En el caso de la plaza de Bilbao, el operador Opelbi pactó con Línea 10 su salida y vendió su negocio a la red de paquetería industrial Transabadell, explicaron los mismos interlocutores. El testigo lo ha cogido Tasmar Logística, que ya cubría para el grupo paquetero las Islas Baleares.
Transportes Lapuente, por su parte, también negoció su salida desde septiembre y ha comenzado a colaborar a principios de este año con la red de distribución del grupo Ramoneda. Las plazas que cubría esta empresa zaragozana están servidas ahora por Aragonesa de Mercancías Agrupadas y Transporte, que da cobertura a la red en Zaragoza, Huesca, Teruel y Soria; Criscar Logística, que sirve Tarragona; y Torrejón Operadores del Transporte, que se encarga de Castellón.
Una vez recompuesta la organización, Línea 10 se ha marcado como objetivo consolidar la red y ha anunciado un aumento de los precios del 3 por ciento, tras tres años sin subida, lo que podría acarrear una pérdida de producción con la que ya cuenta el grupo, con una facturación de 60 millones, según datos de la matriz. De hecho, de cara al presente ejercicio, la paquetera prevé una bajada del 2 por ciento en ventas y expediciones, tras avanzar que “la realidad nos lleva por el camino del crecimiento cero”.