En 2010, los nuevos accesos terrestres, viarios y ferroviarios al puerto ampliado de Barcelona dejarán de ser una quimera y empezarán a tomar forma sobre el terreno, eso sí, siempre que no se produzcan más dilaciones, y ha habido unas cuantas. Ocho años de trámites lleva acumulados el proyecto, que depende del Ministerio de Fomento, periodo que ha dado tiempo para que pasaran tres ministros del ramo y tres presidentes del puerto de Barcelona, contando los actuales.
Dejando al margen el accidente que provocó el derrumbe parcial del muelle Prat, los nuevos accesos sur viarios y ferroviarios han sido la piedra en el zapato de la Autoridad Portuaria en sus planes de ampliación. Ocupaba la cartera Francisco Álvarez-Cascos cuando el Ministerio de Fomento y la Autoridad Portuaria, presidida por Joaquim Tosas, consensuaron el proyecto en 2002. Un año antes, en 2001, se había dado el pistoletazo de salida a la ampliación de la dársena con el inicio de los diques de abrigo.
Las obras para configurar el nuevo puerto continuaron su curso, mientras que los accesos viarios y ferroviarios quedaron en el cajón del olvido hasta mediados de 2006, cuando en la Moncloa ya había nuevo inquilino y ocupaba la cartera Magdalena Álvarez, momento en el que Fomento sacó a información pública el proyecto. Los accesos parecían más cerca de empezar a ser una realidad cuando la actuación recibió el visto bueno ambiental (la declaración de impacto ambiental favorable del ministerio competente) en octubre de 2007.
No fue así: Fomento adjudica la redacción del proyecto constructivo en abril de 2008 con un periodo de ejecución ni más ni menos que de 24 meses. Por lo tanto, de no haber más demoras, los nuevos accesos tienen que empezar a dejar de ser papel este año. El acceso ferroviario consiste en la construcción de una doble vía de ancho mixto, ibérico e internacional, de unos nueve kilómetros desde la estación de mercancías de Can Tunis (en la entrada al puerto) y que dará servicio a la zona de ampliación, incluido el muelle Prat, y a las terminales actuales situadas más hacia el sur. En cuanto al acceso viario, se construirá una autovía desde la congestionada Ronda Litoral a la dársena.