La firma centenaria Boira y Soriano, que forma parte de CST Grupo, pone en valor la importancia del colectivo y los desafíos normativos a los que se enfrenta fruto de los retos de la nueva logística.
La importancia del papel del agente de aduanas como aliado especial del comercio internacional, los cambios normativos y los desafíos que para el colectivo se avecinan en los próximos años fueron analizados en el marco de una jornada celebrada ayer en el Hub de Empresas de Banco Sabadell, en Valencia, al calor de la celebración del centenario de la empresa Boira y Soriano, perteneciente a CST Grupo.
El evento, que trató los desafíos de la Aduana y del sector logístico en los próximos años, fue inaugurada por Ernesto Casas, consejero delegado de CST Grupo, que explicó que “la confianza y la colaboración ha permitido que sigamos durante cien años”, matizando que “nos enorgullecemos de nuestra trayectoria referente en el sector en el que vamos a seguir innovando con el mismo espíritu que hemos tenido hasta ahora”.
Casas repasó la trayectoria de Boira y Soriano, constituida en 1968 con esta denominación proveniente de la creada en 1924 bajo la denominación de Carles Boira, señalando que la compañía está inmersa en el desarrollo de un plan estratégico para ofrecer un servicio logístico integral, la digitalización y la innovación, la sostenibilidad y la responsabilidad social y la consolidación de un equipo humano altamente cualificado. Boira y Soriano fue adquirida por CST Grupo en 2017.
La jornada arrancó con una breve exposición de José Muñoz Barón, inspector de aduanas, que realizó un recorrido histórico de la Aduana de Valencia en los últimos cuarenta años. Muñoz indicó que “hemos perdido el romanticismo en las aduanas”, para comentar “cómo nos dimos cuenta” del retraso que tenía la Aduana en los años noventa en España respecto a otros países europeos. Indicó que “hay que superar, hoy día, las barreras que aún son muchas porque el contacto humano se ha perdido y vienen tiempos complicados con el Código Aduanero de la Unión”.
La jornada concluyó con la celebración de una mesa redonda, moderada por el periodista Fernando Vitoria, en la que se trataron los desafíos y oportunidades de la Aduana y del sector logístico en la que intervinieron, junto a Muñoz Barón, Emilio Guardiola, presidente del Colegio Oficial de Agentes de Aduana y Representantes Aduaneros de Valencia, y Alfredo Soler, presidente de Propeller Cub de Valencia.
Asegurar la cadena de suministro
Guardiola señaló que “la relación humana es fundamental y hay una nostalgia de cómo funcionaban los temas antes de la pandemia, ya que a partir de ese momento el contacto se cortó, y ahora solo hay citas previas”. El presidente de la patronal del colectivo aduanero explicó que el colectivo nunca ha estado en riesgo de desaparición, porque “surgen retos, países, nuevas normativas, temas medioambientales, y los agentes de aduanas hemos aprendido a ser resilientes”. Reclamó potenciar la figura del Operador Económico Autorizado, “donde la cadena debe ser segura y donde deben estar exportadores e importadores”. En este sentido, reclamó mayor agilidad burocrática porque “no se puede tener a la cadena de suministro parada” con una mercancía retenida.
Por su parte, Soler señaló que “la actual generación de funcionarios de aduanas se está acabando” y puso en valor “la importancia del agente de aduanas que tiene que enseñar a los futuros funcionarios”. En este sentido, mostró su crítica con la Administración “que coloca a personas noveles en la Aduana, en la que hay una excesiva rotación” y, por último, matizó que “no queremos estar en desventaja respecto a otros países o puertos, sino estar en igualdad de condiciones”. Puso como ejemplo lo que está pasando en el sector marítimo con el régimen de derechos de emisión.
Por su parte, Muñoz señaló que “el principal cáncer” que tiene hoy la Unión Europea es la falta de homogeneización de los sistemas aduaneros, donde “se hace cada día más necesario” la puesta en marcha de una única ventanilla europea. Señaló que en España “la Aduana cambiará con el tiempo, porque seguimos en el siglo XX y, sobre todo, cambiará la relación con los agentes”. En este sentido, se mostró partidario de “dar ventaja a los operadores económicos autorizados”, indicando que “hoy, falta confianza de la Aduana con las empresas, ya que hay que potenciar esta figura y no otras”.