ECSA cree que la armonización entre ambos mercados estimularía el transporte marítimo.
Los armadores europeos, a través de la patronal ECSA, reclaman una mayor apertura del comercio con Estados Unidos. La organización sostiene que la armonización entre ambos mercados estimularía el transporte maritímo, lo que, a su vez, propiciaría el incremento de los intercambios y actuaría como vector de crecimiento.
La patronal de armadores europeos ECSA reclama una mayor apertura del comercio con Estados Unidos y mantiene que la armonización entre ambos mercados estimularía el transporte marítimo, lo que, al mismo tiempo, propiciaría un aumento de los intercambios y actuaría como vector de crecimiento. Así lo pusieron de manifiesto representantes de la organización, que esperan que se tengan en cuenta las particularidades del sector en el Tratado Trasatlántico sobre Comercio e Inversión (ATCI), entre Europa y EEUU, que crearía la zona de libre comercio con más consumidores del mundo.
Los armadores europeos hicieron hincapié, en este sentido, en las restricciones de cabotaje en Estados Unidos, impuestas como resultado de la Ley de la Marina Mercante del año 1920, más conocida como Jones Act. Patrick Verhoeven, secretario general de la patronal ECSA, señaló que “aunque es cierto que las restricciones sobre cargas puramente domésticas no constituyen una barrera principal al comercio internacional marítimo, la Jones Act tiene algunas implicaciones para la entrega de carga internacional”. Y es que las mercancías, a menudo, deben ser transbordadas de un buque a otro más pequeño para llegar a su destino.
Bajo la Jones Act, este trasvase de carga internacional está actualmente restringido. Por ello, “la patronal daría la bienvenida a medios que permitan el acceso total para las navieras internacionales en tales operaciones, puesto que estas no se constituyen puramente como operaciones domésticas”. Verhoeven reiteró la necesidad de más exenciones individuales y para la industria en relación con la Jones Act, así como procedimientos más claros y flexibles para obtener dichas exenciones. Las navieras de la Unión Europea, también abogan por tener un mayor acceso a los servicios de draga y muelle, así como una mayor flexibilidad respecto al transporte de contenedores vacíos.
Por último, añaden que el capítulo marítimo del ATCI no sólo deberá centrarse en las restricciones de acceso al mercado. Existen otros campos de actuación donde se pueden hacer progresos, como por ejemplo en el campo de los procedimientos administrativos, las condiciones laborales o los procedimientos de seguridad. “Un acuerdo de comercio sin menciones al transporte marítimo se quedaría corto, dada la relación entre el transporte marítimo y el comercio, que en esencia constituye un círculo virtuoso del que se beneficiarán ambos lados del Atlántico”, explicó Verhoeven.
“Las negociaciones del Tratado Trasatlántico sobre Comercio e Inversión podrían sentar las bases a una mayor liberalización internacional del comercio”, concluyó el portavoz de la patronal ECSA. Este tratado no se aprobaría hasta antes del año 2016, pero sus efectos podrían afectar notablemente a la economía mundial.