Pactan unos coeficientes reductores para los próximos cuatro años que palían la pérdida de competitividad de la reforma fiscal.
Los transportistas autónomos del País Vasco han cerrado un acuerdo para hacer frente a la supresión del sistema de módulos. Este colectivo ha logrado pactar unos coeficientes reductores para los próximos cuatro años, lo que les permitirá competir prácticamente en igualdad de condiciones con los transportistas del resto de España
Los transportistas autónomos del País Vasco, que reclamaban una salida negociada a la pérdida de competitividad provocada por la supresión del sistema de módulos, empiezan a ver la luz al final del túnel. Las conversaciones mantenidas en los últimos meses entre los grupos políticos con representación parlamentaria y este colectivo, agrupado en torno a la Asociación de Transportistas del Puerto de Bilbao (ATAP), el sindicato Hiru, la Federación de Cooperativas del Transporte de Euskadi y la Agupación Alavesa de Transporte, han dado sus frutos. Los transportistas han logrado arrancar una solución que consiste en el establecimiento de unas reglas especiales para la determinación del rendimiento neto en estimación directa simplificada aplicable a las actividades de transporte de mercancías por carretera.
En concreto, una vez calculada la diferencia entre los ingresos y gastos, sin contar las provisiones y las amortizaciones, la cantidad resultante se minorará en un 60 por ciento para 2014, en un 55 por ciento para 2015, en un 50 por ciento para 2016 y en un 45 por ciento a partir de 2017, según avanzaron a TRANSPORTE XXI fuentes del sector. La medida, que ha sido bien acogida por los transportistas autónomos, supone un balón de oxígeno para este colectivo, ya que permite competir en igualdad de condiciones con los transportistas del resto de España, que pueden seguir tributando por el sistema de estimación objetiva, fiscalmente más ventajoso que la estimación directa.
“Era muy importante anular el agravio comparativo que nos había dejado la retirada de módulos”, apuntó Fede Landera, presidente de ATAP, tras advertir que, de no haberse alcanzado este acuerdo, les esperaba la “muerte súbita”. Como ya avanzó este periódico, la diferente carga tributaria creada con respecto al resto de Comunidades Autónomas había puesto a los transportistas contra las cuerdas.
Cooperativistas consultados por este periódico aseguraron que el transporte por carretera podría haberse encarecido cerca de un 12 por ciento, lo que en la práctica hubiese supuesto sacar del mercado a los autónomos residentes en el País Vasco. Al cierre de esta edición, el acuerdo afectaba sólo a los transportistas de Vizcaya y Álava, aunque el compromiso alcanzado es que se extienda el mismo a Guipúzcoa. “Lo lógico es que los transportistas vascos tengan la misma situación fiscal”, explicaron los mismos interlocutores.