Los ingresos de FedEx, la compañía de mensajería y paquetería exprés, mejoraron menos de lo esperado en el segundo trimestre del año fiscal, a la vez que en la temporada de compras en EEUU registró una disminución de márgenes en sus operaciones domésticas, según Financial Times. El resultado neto creció un 14 por ciento, hasta los 500 millones de dólares, respecto al mismo trimestre del año anterior, cuando el huracán Sandy afectó a los resultados de la compañía.
El beneficio por acción creció un 13 por ciento hasta los 1,57 dólares. Los analistas esperaban un beneficio por acción en torno a los 1,63 dólares, aunque la compañía aumentó sus previsiones de BPA (beneficio por acción) del año hasta el 31 de mayo marginalmente. Ello es atribuible al incremento en la recompra de acciones propias, más que a un aumento del resultado neto. El CEO Fred Smith aseguró que, “nuestra estrategia está funcionando bien y lograremos alcanzar nuestras metas”.
FedEx y UPS, su principal competidor, están pugnando por compensar una huida de sus clientes desde su servicio premium de horario garantizado y los envíos aéreos hacia el servicio terrestre estándar. FedEx ha seguido la estrategia de recortar costes en sus operaciones aéreas y aumentar sus capacidades terrestres para ajustarse a esta tendencia.