Oshkosh Trucks, el fabricante estadounidense de camiones, vio como sus beneficios descendían un 45 por ciento en el segundo trimestre de su año fiscal, concluido el 31 de marzo último, bajando a 37,3 millones de dólares (unos 28 millones de euros).
Sin embargo, la facturación de Oshkosh creció un 18,9 por ciento, alcanzando 2.080 millones de dólares. El principal elemento promotor de las ventas de Oshkosh fueron sus ascensores para almacenes, mientras que la parte negativa fue que la demanda de vehículos militares ha venido basculando hacia los modelos más ligeros, menos rentables que los pesados.
Además, Oshkosh se ha visto muy perjudicada por la reducción presupuestaria de los ayuntamientos en EEUU, lo que ha hecho bajar dramáticamente sus ventas de camiones de bomberos.
Oshkosh Trucks ha centrado en meses recientes la atención de los medios de comunicación ante el acoso a que se ha visto sometida por el multimillonario Carl Icahn, uno de sus principales accionistas, que pretende desprenderse de las actividades de Oshkosh fuera del ámbito de los camiones y consolidar el resto con Navistar, en cuyo capital también está Icahn.