Scania, el fabricante sueco de vehículos industriales, vio como sus beneficios antes de impuestos se redujeron un 53,1% durante el cuarto trimestre del año 2008, quedando en sólo 1.708 millones de coronas suecas, unos 158 millones de euros. Los beneficios antes de impuestos durante 2008 fueron de 11.978 millones de coronas suecas, apenas un 0,6% más que en 2007. Jan Yttenberg, director financiero de Scania, reconoció que los números de su compañía se habían resentido de los efectos de la crisis, provocando que las entregas de vehículos Scania se redujeran un 18% en ese trimestre.
Yttenberg dijo que la cancelación de pedidos había provocado un exceso de capacidad productiva y admitió que no se atravesaba una situación similar desde los años que siguieron a la segunda guerra mundial. En efecto, los pedidos se redujeron un 98% en el cuarto trimestre de 2008. “Por ello, todos los gastos demorables se están posponiendo”, añadió el director financiero de Scania, que también admitió que los precios de los usados se habían ido recortando a lo largo de 2008.
Pese a que durante muchos años se viene insistiendo por parte de los fabricantes que las entregas son un dato menos significativo que los pedidos, Leif Östling, presidente ejecutivo de Scania, dijo que ahora los pedidos no tenían valor alguno y que lo representativo eran las entregas. Pues bien las de camiones Scania bajaron un 4% en Europa en 2008, quedando en 34.065 unidades. En Europa central y del Este, las entregas fueron en 2008 de 12.574 camiones, un 15% menos que en 2007. Las ventas en América Latina y Asia subieron un 10% y un 11%, respectivamente. En total, Scania entregó 66.516 camiones en 2008, un 3% menos que en 2007.