La contracción de las ventas también empieza a pasar factura a otros fabricantes de vehículos industriales, como MAN y Daimler Trucks, cuyos resultados se han reducido.
La contracción de la demanda de camiones parece ser más preocupante de lo que se pensaba inicialmente. No sólo Norteamérica, sino también Suramérica y Asia, están resintiéndose de la incertidumbre generada por la crisis de deuda en Europa. Un escenario que empieza a pasar factura a los fabricantes de vehículos industriales
El grupo sueco Volvo, que construye y comercializa camiones con las marcas Volvo, Renault, Mack, UD y Eicher, obtuvo unos beneficios netos de 1.382 millones de coronas suecas (unos 161 millones de euros) durante el tercer trimestre, lo que supone un descenso del 64,5 por ciento. Uno de los motivos fue que los beneficios operativos del grupo bajaron a 2.930 millones de coronas, un 50 por ciento menos que en el tercer trimestre de 2011, debido en parte a que -según fuentes del grupo- los beneficios operativos se han venido viendo mermados en los últimos trimestres por la imputación de costes asociados con la reestructuración de UD Trucks, la filial japonesa de Volvo que antes se denominaba Nissan Diesel, lo que ha supuesto un total de 560 millones de coronas suecas, y por un ajuste de las reservas para cubrir garantías por valor de otros 500 millones de coronas.
Durante el tercer trimestre del año, los ingresos netos de Volvo descendieron un 6 por ciento, bajando a 69.100 millones de coronas. Ese descenso, tras ser ajustado con las paridades monetarias y la compra y venta de diversas actividades, fue sólo del 4 por ciento.
El anuncio de estos resultados provocó que la cotización de las acciones de Volvo en la bolsa de Estocolmo experimentara un fuerte retroceso, el mayor de los últimos catorce meses Olof Persson, presidente ejecutivo del grupo Volvo, reconoció que, a corto plazo, tenían por delante un cuarto trimestre muy difícil en el que deberían hacer frente a los efectos de la contracción de la demanda y los consecuentes ajustes a realizar en la producción para dar salida al “stock” de vehículos ya fabricados. “Esperamos haber conseguido el nivel adecuado de utilización de nuestra capacidad productiva a comienzos de 2013”, dijo Persson. En términos de camiones entregados, los 50.511 del tercer trimestre de 2012 representan un descenso del 7,8 por ciento con relación al mismo trimestre del año previo.
En el conjunto de los nueve primeros meses de 2012, las entregas alcanzaron 165.391 camiones, un 2,6 por ciento por debajo. Pero quizá lo que más preocupa a Persson es que la entrada de nuevos pedidos se redujo un 25 por ciento en el tercer trimestre, como consecuencia de la incertidumbre creciente en los mercados, derivada de la crisis de deuda pública en Europa y de la nada clara evolución de la economía en Norteamérica, Suramérica y Asia. Volvo no es el único fabricante de vehículos industriales que ha visto como sus resultados financieros en el tercer trimestre afrontaban una fuerte reducción.
Así, el grupo MAN anunció un descenso del 64 por ciento en sus beneficios netos durante dicho trimestre, que bajaron a 61 millones de euros, con una contracción del 42 por ciento, a 185 millones en sus beneficios operativos, en tanto que los ingresos descendían un 4 por ciento, a 3.880 millones. Georg Pachta-Reyhofen, presidente ejecutivo de MAN, no pudo por menos que calificar de “insatisfactorios” estos resultados, que forzaban al grupo a incidir en sus esfuerzos por recortar costes.
Por su parte, Anders Nielsen, presidente ejecutivo de MAN Truck and Bus, la división de camiones del grupo alemán, quitó importancia a la magnitud de la actual contracción de la demanda, como ya hiciera algunas semanas antes su colega Andreas Renschler, responsable de Daimler Trucks, insistiendo en que no tenía nada que ver con la crisis del año 2009.
Precisamente Daimler Trucks, el mayor fabricante mundial de camiones y furgonetas, ha tenido que rendirse también a la evidencia y reconocer que la de-manda de camiones se va a reducir en el cuarto trimestre más de lo que se había pensado inicialmente, pese a lo cual confía en aumentar el número de vehículos vendidos en 2011. Por ello, cree que sus beneficios antes de impuestos y amortizaciones serán de 1.700 millones en 2012, esto es, 200 millones menos que en 2011.
En el tercer trimestre, Daimler Trucks aumentó en un 3 por ciento sus ventas de camiones, que alcanzaron 119.100 unidades. Los ingresos crecieron un 6 por ciento, alcanzando 8.100 millones, pero los beneficios antes de impuestos y amortizaciones bajaron a 507 millones, frente a los 555 millones del mismo trimestre del pasado año.