El fabricante sueco entregó un 21% menos vehículos y empieza a preocuparse por el bajo uso de su capacidad de producción.
Martin Lundsted no ha traído buenas noticias en su primera conferencia de análisis de resultados como presidente ejecutivo de Scania. La contracción de la demanda de camiones pasa factura al fabricante, cuyos beneficios netos se han desplomado un 3 por ciento hasta septiembre y ha entregado un 21 por ciento menos vehículos
Los ingresos de Scania fueron de 57.261 millones de coronas suecas (unos 6.786 millones de euros) hasta septiembre, con un descenso del 12 por ciento, y los beneficios netos se desplomaron un 35 por ciento, quedando en 563 millones de euros. Y lo peor de todo es que la tendencia es a empeorar, ya que aislando el tercer trimestre del año, en él se contrajeron un 15 por ciento los ingresos y un 36 por ciento los beneficios.
Todo parece habérsele puesto en contra a Martin Lundstedt, que sustituyó a Leif Östling al frente de Scania en septiembre: contracción de la demanda en los principales mercados, reducción de la entrada total de pedidos -un 14 por ciento en los nueve primeros meses de 2012- y hasta una peor paridad monetaria de la corona sueca con las principales monedas del mundo.
Además, ni siquiera se ha registrado el habitual repunte de la actividad durante el mes de septiembre. En términos de número de vehículos, las entregas de camiones descendieron un 21 por ciento, bajando a 42.232 unidades en el conjunto de los nueve primeros meses del año, período en que la entrada de pedidos se redujo a su vez un 13 por ciento. Por zonas geográficas, las de más importancia, Europa y Sudamérica, descendieron un 16 y un 24 por ciento, respectivamente.
En Eurasia (-11 por ciento), Asia (-38 por ciento) y África-Oceanía (-2 por ciento), los valores porcentuales no son demasiado significativos al tratarse de mercados en que el número de vehículos entregados es muy bajo, salvo situaciones puntuales como la que disfrutó Scania en el segundo trimestre de 2012, como consecuencia de un importante pedido procedente de China.
El número de camiones pesados (de 16 toneladas en adelante) -que son los que fabrica Scania- vendidos en la Unión Europea de 24 países (no se incluyen Bulgaria, Grecia y Malta) más Noruega y Suiza se situó en unos 165.900 hasta septiembre, con un retroceso del 7 por ciento. En ese área comercial, Scania aumentó sus ventas hasta alcanzar 21.500 camiones, pero sin embargo perdió 6 décimas de punto porcentual en penetración quedando en un 13 por ciento.
Lundstedt, que a comienzos de octubre presumía de que su compañía iba a invertir en el transcurso de los dos o tres años próximos 1.500 millones de coronas para elevar su capacidad técnica de producción a 120.000 vehículos por año, ha admitido ahora estar muy preocupado por el bajo uso de la capacidad de producción ya instalada.