Empresarios aseguran que el crecimiento “sigue plano”, a pesar de que el sector ganó unos 12.000 viajes en 2013 por el aumento de la producción siderúrgica próximo al 4%.
Los ‘brotes verdes’ de la industria vasca del acero apenas alcanzan aún al transporte de mercancías por carretera. Empresarios aseguran que el crecimiento “sigue plano”, pese a que el sector ganó más de 12.000 viajes en 2013, gracias al aumento de la producción siderúrgica próximo al 4 por ciento, con cerca de 4 millones de toneladas
El repunte de la industria siderúrgica del País Vasco, que cerró 2013 con un aumento de la producción próximo al 4 por ciento, apenas se ha dejado sentir en el transporte de mercancías por carretera. Esta es la principal conclusión que se puede extraer de las opiniones vertidas por varios empresarios del sector consultados por TRANSPORTE XXI, que aseguraron que el crecimiento “sigue plano”. En teoría, los transportistas habrían logrado recuperar más de 12.000 viajes a lo largo del pasado año, entre entrada de materias primas, chatarra fundamentalmente, y salida de producto acabado, gracias al incremento de la cartera de pedidos de las acerías vascas, que colaron casi 4 millones de toneladas. Es decir, unas 152.000 toneladas más. Sin embargo, las cuentas no salen.
El resresentante de una cooperativa de transporte apuntó que la explicación hay que buscarla en que “buena parte del aumento de la producción de la industria del acero está vinculado a las exportaciones, con lo que el importe de euros gastados es prácticamente el mismo que el del ejercicio anterior, pese a la subida de las toneladas transportadas”. Puso como ejemplo un transporte entre la planta de ArcelorMittal Sestao y el puerto de Bilbao, a escasos 5 kilómetros de distancia, que puede llegar a costar unos 70 euros, frente a un envío de larga distancia en el mercado nacional, afectado aún por la contracción de la demanda, que podría alcanzar los 1.000 euros, en función de la distancia y el área de destino.
En la misma línea se posicionó otro empresario del sector, tras señalar que “ha habido unos repuntes muy esporádicos en el mercado doméstico, frente al crecimiento de las ventas al exterior, que se realizan mayoritariamente por vía marítima y ferrocarril”. Un escenario que ha afectado “muy poco” al transporte por carretera. En su opinión, “el sector sigue en la misma tónica que desde el estallido de la crisis” y, aunque reconoció la existencia de puntas de actividad, con algunos tráficos por carretera a Portugal e Italia, sentenció que “la industria del acero no termina de arrancar”.
Hay que recordar que la producción siderúrgica se situó en el País Vasco en 3,8 millones de toneladas en 2012, con una caída del 21 por ciento, muy lejos de los 7,5 millones de 2007, antes del estallido de la crisis (ver cuadro adjunto). Una realidad que ha tenido su reflejo en los precios del transporte, que han bajado entre un 18 y un 22 por ciento desde 2006, casi en la misma proporción que la actividad, según declaró uno de los interlocutores consultados. En este sentido, advirtió que se “está vendiendo por debajo de costes”. Utilizó como argumento la estructura del mercado del transporte por carretera, excesivamente atomizado. “Las empresas con vehículos propios han optado por eliminar una gran parte de su flota y subcontratar con autónomos para poder competir. Una situación que va a terminar por explotar”, concluyó el empresario.