Scania y Volvo afrontan nuevos recortes de producción ante la caída detectada en la entrada de pedidos de ambas compañías.
Aunque con buenos resultados en el conjunto del año 2011, el último trimestre del pasado año ha puesto en alerta a los dos fabricantes suecos de camiones, que afrontan nuevos recortes de producción. Ambas compañías buscan en distintos mercados emergentes la demanda que compense la caída de la del Viejo Continente y Brasil.
Los resultados obtenidos por Volvo y Scania, los dos constructores suecos de camiones, han sido bastante buenos en el conjunto del pasado año. Sin embargo, no han cubierto las expectativas de los analistas internacionales, debido al impacto que la contracción de la demanda en Europa, Rusia, Brasil y Oriente Medio ha tenido en los resultados del último trimestre del año y sobre todo en la cartera de pedidos, que se ha reducido un 27 por ciento en el caso de Scania y un 7 por ciento en el de Volvo.
Leif Östling, presidente ejecutivo de Scania, anunciaba en una reciente rueda de prensa que las ventas netas de su compañía habían aumentado un 12 por ciento durante el año 2011, alcanzando la cifra de 87.600 millones de coronas suecas (unos 9.928 millones de euros). Los ingresos netos, por su parte, registraron un crecimiento del 4 por ciento, llegando a 9.400 millones de coronas. No obstante, en el último trimestre del pasado ejercicio, los beneficios netos fueron de sólo 2.100 millones de coronas, un 30 por ciento menos que en el mismo trimestre del año anterior.
Para afrontar la contracción de la demanda, Scania ya decidió recortar la producción y no renovar contratos temporales en noviembre de 2011. Y ahora, en enero, lo ha vuelto a hacer, al anunciar un recorte de la producción del 15 por ciento, así como la no renovación de otros 1.900 empleados temporales. Así las cosas, Scania cerró el ejercicio 2011 con una plantilla de unos 37.500 empelados, 2.000 más de los que tenía a finales de 2010.
Al mismo tiempo, para compensar el retroceso de la demanda en algunos de sus mercados más importantes, se creó en 2011 Scania Commercial Vehicles India, al frente de la cual se encuentra Henrik Fagrenius, que acaba de anunciar que Scania invertirá 200 millones de coronas suecas en una nueva fábrica en Bangalore (India), donde espera iniciar la producción el próximo año, dando empleo a unas 800 personas.
Scania, tradicionalmente muy conservadora en su desembarco en nuevos mercados, estaba presente en la India desde 2007 a través de una sociedad conjunta con Larsen & Toubro, que ha introducido los camiones de construcción de la firma sueca en el sector minero. Un cambio de normativa en ese sector de actividad ha hundido prácticamente las ventas de camiones en el mismo, algo que también ha perjudicado a Volvo, presente en la India por sí misma y a través de Eicher Motors.
Por otra parte, Olof Persson, presidente ejecutivo de Volvo, el otro constructor sueco de camiones y maquinaria, anunció unos beneficios operativos de 6.955 millones de coronas en el cuarto trimestre de 2011 que, aunque suponían un avance del 26 por ciento respecto al mismo trimestre de 2010, se quedaban 3,5 puntos de porcentaje por debajo de las previsiones de los analistas consultados por Reuters.
Volvo avisó en octubre de 2010 que debido a la contracción de los mercados europeo y suramericano, se iba a ver obligada a reducir la producción y a prescindir de algunos empleados temporales. Persson ha advertido ahora de que se están tomando muy en serio la contracción detectada en la demanda y que ya había ordenado a finales de 2011 reducir la fabricación de ciertos componentes y el ritmo de fabricación de camiones.
Volvo fue pillada totalmente a contrapié en 2008, cuando comenzó la crisis financiera y se hundieron los mercados de camiones, dejando a este fabricante con miles de estos vehículos sin vender en sus campas y las de sus concesionarios. La constructora sueca se vio obligada entonces a reducir en más de un 20 por ciento su plantilla, despidiendo a cerca de 22.000 empleados. Ahora, Volvo quiere encontrar nueva demanda de camiones en mercados como Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Qatar.