La Justicia echa por tierra los argumentos de la Abogacía del Estado y desestima el recurso de la Autoridad Portuaria contra el auto judicial que ordena parar la ampliación.
La comunidad portuaria y empresarial de Vigo califica de “pésima noticia” para la competitividad del puerto la paralización de la ampliación. La Justicia echa por tierra los argumentos de la Abogacía del Estado y desestima el recurso de la Autoridad Portuaria contra el auto judicial que ordena parar cautelarmente las obras en marcha
La comunidad portuaria y empresarial de Vigo continúa con todas las alarmas encendidas. El Juzgado de Instrucción número 6 de la ciudad ha desestimado el recurso contra la paralización cautelar de la ampliación del muelle del Arenal, presentado por la Autoridad Portuaria, que preside Corina Porro. La jueza, que ratifica el Auto emitido recientemente, echa por tierra los argumentos de la Abogacía del Estado y “amplía y agrava” las acusaciones iniciales de prevaricación y delito ecológico a todos los órganos de la entidad portuaria implicados en la tramitación del proyecto.
La decisión judicial, recurrida ante la Audiencia Provincial de Pontevedra, ha caído como un jarro de agua fría en la Autoridad Portuaria. El enfado de la presidenta Corina Porro quedó patente en un duro comunicado del organismo portuario, que señala que “el Auto hace puro seguidismo de la Fiscalía”. La nota destaca que “resulta llamativo que no se argumente nada acerca de los graves perjuicios económicos que conlleva la paralización de la obra para el puerto, para la economía de Vigo y para la de Galicia”.
Reacciones de los empresarios Las reacciones de la cúpula empresarial de Vigo, que respeta la decisión judicial, pero no la comparte, tampoco se han hecho esperar. Los empresarios, que habían cerrado filas contra la paralización cautelar de la ampliación, que se estima en torno a cinco o seis meses, coinciden en señalar que la decisión judicial es una “mala noticia” y un “mazazo” para el puerto y para la ciudad de Vigo y apuestan por continuar por la vía legal para lograr retomar la obra.
Y es que “la paralización de la ampliación no sólo implica no crecer, sino que se reducen actualmente las posibilidades operativas del puerto, de por sí escasas”, por lo que “previsiblemente el puerto se congestionará y provocará un aumento de los costes por la paralización de los buques”, así como la “desviación de tráficos a otros puertos cercanos”, apuntaron los representantes empresariales. El presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP), José Manuel Fernández Alvariño, se mostró muy sorprendido con el fallo judicial, que calificó de “mala noticia” para la competitividad del puerto de Vigo, “motor económico de la ciudad”.
Fernández Alvariño, “siendo respetuoso con la decisión”, no logra entender “cómo hay puertos que están creciendo por encima de los 100.000 metros cuadrados sobre lámina de agua y aquí se paraliza un proyecto sobre el que hay una sentencia firme”. Por su parte, el director gerente de la Asociación de Consignatarios y Estibadores del puerto, Ramón Cortegoso, aseguró que el nuevo auto judicial es una “pésima noticia” para la comunidad portuaria, ya que “no nos sobra línea de atraque”, pero recordó que “Vigo tiene pulmón y músculo para sobrevivir”.
Cortegoso afirmó el que “la decisión judicial, cuyas consecuencias son impredecibles, llega en el peor momento” y, como jurista, declaró que “si la aplicación de una norma causa más daño que el bien jurídico que protege, no se debería aplicar”. En la misma línea, el presidente de Logidigal –agrupación de empresas de transporte y logísticas vinculadas al puerto- y director general del grupo empresarial Vasco Gallega, Juan Martínez, aseguró que el nuevo auto es una “mala noticia para el puerto y para la ciudad”, que “no llega en el mejor escenario posible”, por lo que “trataremos de minimizar en la medida de lo posible las consecuencias que se deriven de esta situación”.
Más contundente fue el presidente de la Cooperativa de Armadores de Vigo, Javier Touza, que señaló que “no podemos permitir que los políticos utilicen el puerto como arma arrojadiza”. Touza apuntó, en este sentido, que “las decisiones políticas son determinantes para el desarrollo económico de una ciudad como Vigo y su área de influencia”, al tiempo que destacó, como ejemplo a imitar, la gestión desarrollada en Oporto, “con importantes infraestructuras aeroportuarias y portuarias, como Leixoes, competidor directo de los cinco principales puertos gallegos, con dos terminales de contenedores y el doble de grúas”.