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Los estibadores de Valencia, abocados a un ajuste salarial de más de 10 millones anuales

La gran caída de los tránsitos de MSC trastoca la negociación del convenio y obliga a las terminales en Valencia a un duro plan de viabilidad que pasa por flexibilizar la mano.

Las terminales del puerto de Valencia urgen rebajar los salarios de los estibadores en una cifra que superaría los 10 millones de euros anuales. La fuerte caída del tráfico de transbordo de MSC ha trastocado la negociación del convenio obligando a plantear un plan de viabilidad que reduce los ingresos en un mínimo de 15 euros por jornal

La fuerte caída del tráfico de transbordo de la naviera suiza MSC en el puerto de Valencia ha propiciado que las empresas estibadoras de la dársena hayan dado una importante vuelta de tuerca a la negociación del convenio de Sevasa, la sociedad de estiba de la dársena. Un giro lógico ante la situación, pero inesperado para el colectivo de estibadores que sigue en una política de solicitudes de subidas salariales e ingresos de trabajadores en el censo de la sociedad.

Ingresos y acuerdos salariales pactados en un escenario de bonanza del que nada queda en la actualidad. Por ello, ante el vuelco del tráfico y una previsión nefasta de volúmenes para 2014 y la puesta en marcha de la alianza naviera P3, las estibadoras han elaborado un duro plan de viabilidad. El recorte supone rebajar los salarios de los estibadores en una cifra superior a los 10 millones de euros, según fuentes empresariales, aunque desde los sindicatos se afirma que la rebaja planteada llega hasta los 18 millones de euros.

Las terminales han solicitado al colectivo un abaratamiento medio de 15 euros por jornal, a lo que se añadiría una reducción del 50 por ciento en las pagas extras, la eliminación del doble por complemento, la reducción del importe de locomoción y la reducción de la baja por enfermedad. El plan de las estibadoras quiere delimitar la duración efectiva de la jornada laboral, reduciendo los tiempos de los relevos, así como dotar a la operativa de una mayor flexibilidad reduciendo el personal de la mano contratada en al menos un efectivo, procediendo la empresa a elegir el número a contratar por cada mano, que está formado por una media de catorce efectivos, “desmesurado y fuera de mercado para competir por los transbordos”, explican fuentes empresariales. Las estibadoras quieren reducir todos los puestos que realmente no aporten valor a la operativa.

Dentro de ellas colocan como ejemplo “el puesto tipificado como especialista, cuyo trabajo consiste en avisar con un silbato, cuando cada camión llega al punto exacto donde se puede maniobrar con el contenedor”. El puesto “supone un coste anual para las terminales de 7,6 millones”, matizando que en otros puertos esa función la cumple un simple cono de señalización o un semáforo. El plan presentado evitaría la formulación de un expediente de regulación de empleo en la sociedad de estiba, algo que empresarios del sector afirman que “de una forma u otra, con esta caída de la actividad, los portuarios están abocados a perder jornales, bien por parte del personal eventual o de los ‘patas negras’ de la sociedad de estiba”.

Por su parte, los sindicatos CGT y UGT han calificado como “un ataque desmedido e injustificado” las pretensiones de las empresas, mientras que el sindicato mayoritario Coordinadora no ha emitido una valoración en público. Desde UGT se afirma que la pérdida de tráficos es como consecuencia del incumplimiento de los históricos acuerdos firmados entre la terminal de Noatum y MSC que suponían “la descarga y transbordo de contenedores en un número determinado a un precio previamente fijado”. Un comunicado del sindicato a sus afiliados afirma que “tras la compra de Marítima Valenciana por JP Morgan se están incumpliendo por parte de esta última los acuerdos preexistentes firmados” matizando que “de este incumplimiento se deriva el desvío de tráficos”.

UGT explica que “en esta situación nada ha tenido que ver el coste de la estiba”, concluyendo con “no nos bajamos un duro y páguese lo que se nos debe”. Y es que fuentes sindicales explican que “la propuesta del banco empresarial ha dinamitado la mesa del convenio colectivo”, un documento que se viene negociando en los últimos dos años con mayor intensidad y cuyo último acuerdo data de 1995.

Fuentes de Coordinadora han mostrado a TRANSPORTE XXI su cautela ante el bloqueo del IV Acuerdo Marco de Estiba, el escenario de huida de servicios de la naviera suiza MSC, junto al posicionamiento de los nuevos servicios de la alianza naviera P-3 formada por Maersk, MSC y CMA CGM, afirmando que “mantendremos abierta la negociación y el diálogo con las empresas para encontrar una solución” ante el incierto futuro de los tráficos en el puerto de Valencia.

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