Atfrie alerta que el aumento de costes fiscales y laborales intensifica la deslocalización de empresas a Bulgaria y Rumanía y critica la restricción crediticia que sufre el sector.
Los frigoríficos prevén ‘una campaña positiva’ de exportación agroalimentaria a Europa, aunque volverán a sufrir del mal de los retornos por la ausencia de importación, dado el bajo consumo en España. Su patronal Atfrie alerta del aumento de costes que intensifica la deslocalización y critica la falta de créditos que hoy sufre el sector
El transporte frigorífico español ha iniciado una nueva campaña marcada por la ausencia de importaciones a España. Los flotistas consultados por TRANSPORTE XXI prevén ‘una campaña positiva’ de exportación agroalimentaria a Europa, aunque todos coinciden que las flotas volverán a sufrir del ‘mal de los retornos’ por el bajo consumo de productos que existe en España. “Las previsiones de la campaña no son malas. Hay producto y perspectivas de viajes, pero no tenemos que olvidar que todo se puede estropear por una mala tormenta”, explica José María Arnedo, presidente de la Asociación Española de Empresarios de Transporte Bajo Temperatura Dirigida (Atfrie), que matiza que “la importación sigue igual de baja y hay problemas como la escasez de crédito a las empresas, que no se ve por ningún lado.
El dinero tiene miedo”. Los empresarios, que asistieron al segundo Congreso del Transporte Frigorífico, admiten que el arranque de la campaña parece algo distinto al de otros años, aunque no todos coinciden. “Hay menos camiones en el mercado y si el tiempo acompaña será una buena campaña de exportación desde la Comunidad Valenciana”, admite José Luis Anguita, jefe de Operaciones de Trans-Ondara, mientras que José Ramón Mazo, director general de Grupo Mazo indica que “los flotistas ocupamos hoy más el sitio de los autónomos por los cambios legales y porque los clientes quieren cada día asegurarse el servicio con flota de calidad”.
Mazo observa que en esta campaña “hay más producción, aunque con la previsión de más salidas se necesitan más retornos”. Más cauteloso se muestra Antoni Tarragona, director ejecutivo de Transportes Tarragona, que explica que “la competencia es feroz, muy agresiva, se bajan los precios de forma insostenible. La vuelta a España va a ser complicada por el bajo nivel de las importaciones y la situación es de incertidumbre”.
A VUELTAS CON LOS COSTES
La deslocalización de empresas españolas de transporte a países terceros como Bulgaria y Rumanía por sus bajos costes salariales y fiscales, la problemática de la actuación inspectora de Competencia, la necesidad de elaborar un convenio nacional específico para el frigorífico y la conciliación de la vida laboral y familiar de los conductores fueron los principales temas analizados durante el Congreso, que puso el acento sobre las consecuencias que para el frigorífico tendrá la puesta en marcha del corredor mediterráneo.
Su presidente José María Arnedo señaló que “es una infraestructura que va a tener un coste altísimo de ejecución y que va a convertir a España en una nación de paso de los productos agrícolas de países como Marruecos hacia Europa”. El Congreso fue clausurado por Joaquín del Moral, director general de Transporte Terrestre de Fomento, que señaló que “somos conscientes de la dificultad que atraviesan las empresas en esta época de crisis, que está siendo especialmente dura y que por desgracia está provocando el cierre de empresas”.