La creciente demanda de GNL como combustible de propulsión, unida a la necesidad energética en ubicaciones remotas, ofrecen oportunidades a estos barcos.
A medida que se popularizan los motores marinos alimentados por Gas Natural Licuado (GNL), la industria del transporte y almacenaje flotante ve un horizonte prometedor, necesario para este sector, sobre todo para los propietarios de buques de tipo FSRU, Unidades Flotantes de Almacenamiento y de Regasificación, en sus siglas en inglés.
Según los analistas especializados Drewry Maritime Research, “el aumento de proyectos de buques movidos por GNL requerirá de sólidas cadenas de suministro de este gas a pequeña escala, pero necesitadas de inversiones en buques y plantas de GNL, también a pequeña escala”. Se espera que los buques tipo FSRU y FSU (estos sólo de almacenamiento y distribución) existentes vean un aumento de la demanda por la necesidad de ubicar en decenas de puertos almacenes flotantes de GNL o para alimentar pequeñas estaciones de gas en los muelles.
La visión de la tendencia no se hace complicada a la luz de los millonarios pedidos de buques gasistas que se han realizado recientemente y de los que hemos informado en estas páginas. Además, en estos momentos ya se están transformando varias unidades de buques gasistas para convertirse en buques de regasificación FSRU para dar servicio como plantas de energía flotante o para abastecer otros buques o plantas de puerto. Tal es el caso de las tres unidades de 127.000 metros cúbicos de capacidad que se están transformando en los astilleros de Mitsui OSK Lines y Karpower International. Las tres unidades darán servicio en Ghana, Mozambique e Indonesia.
En numerosos países del sudeste asiático se emplean los buques FSRU como plantas energéticas flotantes para dar servicio a islas remotas, con pocas posibilidades de generación energética, como ocurre en Indonesia, Filipinas, Tailandia y Myanmar. En el caso de los FSU de distribución de GNL se demandan simplemente para alimentar las pequeñas plantas generadoras alimentadas por GNL, como ocurre en Japón, Brasíl, China o India. Algunas compañías energéticas de escala global ya han manifestado su interés por la inversión en este tipo de buques, a raíz del surgimiento de necesidades específicas en el sudeste asiático.