Las conversaciones entre Renfe y DB Schenker se concretan en un acuerdo de “poco calado”, según expertos del sector, mientras SNCF se hace con el 25% de Comsa Rail.
Los gigantes europeos del sector ferroviario toman posiciones en el mercado español de las mercancías. Las conversaciones entre Renfe y la alemana DB Schenker se concretan en un acuerdo de “poco calado”, según expertos del sector, mientras que la francesa SNCF se hace con el 25 por ciento del accionariado de Comsa Rail
Los colosos ferroviarios europeos DB Schenker y SNCF han dado, de forma prácticamente simultánea, un paso adelante en la toma de posiciones en el mercado español de las mercancías por ferrocarril. Por un lado, Renfe y la alemana DB Schenker han firmado un acuerdo de colaboración que contempla la posibilidad de establecer futuras alianzas para “incrementar y mejorar el transporte internacional de mercancías por ferrocarril entre España y Alemania”.
Por su parte, SNCF se ha hecho con el 25 por ciento del accionariado del operador español Comsa Rail Transport (CRT). El acuerdo firmado recientemente por los presidentes de Renfe y DB Schenker Rail, Julio Gómez-Pomar y Alexander Hedderich, y que fue presidido por la ministra de Fomento de España, Ana Pastor, y el ministro de Transportes alemán, Peter Ramsauer, ha sido calificado, no obstante, de superficial por expertos del sector consultados por este periódico.
“Después de tanto tiempo de conversaciones abiertas entre ambas compañías, lo que ha trascendido es un acuerdo de muy poco calado”, señalan. Estos expertos creen que “lo que se ha hecho público es un acuerdo amistoso para poco menos que irse conociendo en materia de transporte de mercancías”. En este sentido, parece claro que “la ministra de Fomento se está tomando un tiempo para definir qué es lo que quiere hacer con Renfe Mercancías, si está dispuesta a desarrollarla, o bien a optar definitivamente por la vía alemana”.
De inclinarse por intentar impulsar la compañía “por primera y posiblemente por última vez”, la ministra apostaría presumiblemente por dejar las riendas en manos de un equipo directivo español independiente, que se encargase de gestionar la compañía de forma profesional y sin injerencias políticas, es decir, al modo y manera de lo que ha ocurrido con los ferrocarriles alemanes.
Fomento variaría así el rumbo iniciado por la cartera ministerial en tiempos de José Blanco, cuando en la práctica “se tiró la toalla” y se emprendió un camino dirigido a la venta de Renfe Mercancías a los ferrocarriles alemanes. “Entre junio y julio se configuran las cuatro sociedades en Renfe y es probable que se aproveche para poner a trabajar a un equipo profesional español al frente de Renfe Mercancías”, señalan los mismos analistas. Todo esto en la línea de dar sentido a que “se haya firmado un acuerdo tan flojo”. Máxime cuando “los alemanes siempre han tenido interés en Renfe Mercancías, aunque variando la posible contraprestación según el momento”.
No obstante, otros analistas entienden que “a DB Schenker nunca le va a interesar comprar una compañía con las rigideces de Renfe Mercancías, si acaso su fondo de comercio, porque ya tienen en España a Transfesa que está ganando dinero”. Por su parte, hace unos días se producía también la firma del acuerdo por el que SNCF Geodis, a través de su filial TFH, se hacía con el 25 por ciento del accionariado de Comsa Rail Transport (CRT). El acuerdo supone “un respaldo a la estrategia de CRT, además de una responsabilidad, ya que la SNCF ha confiado en nosotros para acceder al mercado español”, ha señalado a este periódico un portavoz del operador español.
Desde el punto de vista del negocio, “la alianza representa una garantía para el acceso a los mercados europeos, ya que el mayor transportista ferroviario de mercancías de Francia y el segundo de Alemania estará detrás de nuestros proyectos internacionales”. Y en sentido contrario, “la SNCF dispondrá de una herramienta con vinculaciones de capital para desarrollar su actividad en España, en especial aquella que esté ligada al desarrollo del ancho de vía europeo”.
En todo caso, “CRT sigue siendo una compañía española y privada” y la participación de la SNCF es minoritaria “porque ambas partes han creído que era lo mejor para los intereses de cada uno”. Con relación a esta toma de participación de SNCF en CRT, los analistas consultados entienden que era algo previsible después de la jointventure que crearon recientemente ambas partes junto a Sesé. Y es que “los franceses tienen que mover pieza porque les tiene que preocupar que si los alemanes consolidan una posición dominante en España, ellos se quedan en el medio”.