Maersk se deja un 54% de su valor, mientras que Cosco y China Shipping pierden un 90%.
Los megacarriers han perdido la mitad de su rentabilidad en las bolsas mundiales en sólo un año por la crisis financiera. Maersk se ha dejado en las últimas 52 semanas un 54 por ciento de su valor, mientras que Cosco y China Shipping han perdido hasta un 90 por ciento del valor de sus accciones. El sector marítimo mundial afronta un escenario de dura recesión
Un viejo adagio de los corrillos de Wall Street dice que “mientras el dinero sale a pasear, los buques hablan”. No le falta razón, porque indicadores económicos como el precio medio de los fletes, el índice en la construcción de buques o la propia cotización bursátil de las compañías navieras son útiles en una época de crisis mundial, jamás vivida por el sector naviero internacional, ya que sus guarismos están totalmente desprovistos de contenido especulativo. La crisis financiera ya está golpeando de lleno a las grandes navieras. Por ejemplo, en un sólo año, los megacarriers han perdido la mitad de su rentabilidad en las bolsas de todo el mundo.
El traspiés en las cotizaciones de las navieras tiene su traslado en tierra. De ahí también el tropezón bursátil de operadores como Hutchison, cuyo valor en la Bolsa de Hong Kong ha bajado en más de un 60 por ciento en las últimas 52 semanas. Por su parte, la caída del consumo internacional está provocando un exceso de oferta en el mercado marítimo fruto del elevado ritmo constructor de los armadores en el pasado reciente y al gigantismo desmedido avivado en el último quinquenio.
Con este panorama, muchas de las grandes navieras tienen hoy infrautilizado el espacio de sus bodegas, ya que no hay carga suficiente como para llenar los megabuques, produciendo un efecto rebote en las cotizaciones de los fletes, con precios no conocidos por baratos en los últimos años, llevando a las navieras a maximizar sus economías de escala sacrificando rutas y puertos.
De esta forma, la crisis financiera, unida a la de consumo, se ve reflejada en los índices bursátiles de los principales operadores marítimos mundiales. El caso más llamativo es el de Maersk, el primer armador mundial de contenedores, que ha perdido en el último año un 54 por ciento de su valor en la Bolsa de Copenhague, situándo la cotización de su acción por debajo de su mínimo del año 2004 que era de 37.500 coronas danesas.
Peor resultado han cosechado en el último año las navieras asiáticas Cosco y China Shipping, que han perdido hasta un 90 por ciento de su rentabilidad bursátil (ver cuadro adjunto). Asimismo, los charteadores de buques como Danaos o Seaspan también han sufrido una alta depreciación de su valor en la bolsa de Nueva York. La viabilidad económica de las navieras está entredicho con este panorama del mercado financiero, porque a los precios actuales “los armadores se quedan muy lejos de cubrir costes lo que desincentiva su actividad en un momento en que, para desgracia de sus cuentas de resultados, gran parte de los encargos de buques que hicieron durante años de bonanza están a punto de serles entregados”, apuntan fuentes del sector. Con la recesión crediticia la financiación de los nuevos buques está por ver. Y es que, como se recuerda en Wall Street, “cualquiera que diga que sabe dónde vamos en los mercados financieros se está engañando a sí mismo”.