Los armadores que operan entre Península y Canarias suben un 30% los precios “porque nos hemos cansado de perder dinero”.
Casi todos los armadores que operan entre Península y Canarias han decidido subir los fletes para no seguir los pasos de Contenemar y “porque nos hemos cansado de perder dinero”. Los navieros, amenazados ya por los usuarios con ser denunciados ante Competencia, aseguran que aumentan los precios o tienen que cerrar
Casi todos los armadores que realizan tráficos entre la Península y Canarias han anunciado un incremento de los fletes a partir del 15 de septiembre “porque nos hemos cansado de perder dinero”, explica uno de los navieros. El incremento, de un 30 por ciento de media, busca poner punto y final a más de dos años de fletes que han estaban muy por debajo de los costes de las navieras, una política que comenzó antes de la crisis y que ya se ha llevado por delante a Contenemar, el grupo de empresas propiedad de los Seguí, que alentó esta práctica y que ahora se encuentra en un procedimiento concursal que tiene visos de terminar en liquidación, y también a la histórica Compañía Trasatlántica Española, en manos de Javier Villasante, su primer ejecutivo, que ha desaparecido del negocio.
El aumento de los fletes ha puesto en pie de guerra a los usuarios y al Gobierno de Canarias. El pasado 7 de septiembre, el presidente del Ejecutivo, Paulino Rivero, aseguró que acudiría a la Comisión Nacional de la Competencia si las navieras no suspenden el incremento de los fletes, que considera “pactado”. Por su parte, Ateia Tenerife, que representa a los transitarios de la provincia, también ha amenazado con denunciar a las navieras ante la CNC por acordar el incremento de los precios, que es “desorbitado”. La organización considera que “la conducta de las navieras, además de injustificada, vulnera la Ley de defensa de la Competencia, porque puede tratarse de una elevación de fletes pactada entre las empresas, además de producir una posición de dominio en el mercado prohibida por la citada normativa”.
Tras la desaparición de Trasatlántica y la quiebra de Contenemar, que aún explota algún buque bajo otra denominación social, hoy operan seis armadores en el deficitario negocio del cabotaje entre Península y las islas. Son OPDR Canarias, WEC Lines, Arkas, JSV Logistic, Nisa y Boluda, estos dos últimos en comandita en el Mediterráneo. Uno de estos armadores, que solicita mantener el anonimato, explica sin tapujos cuál es la situación del mercado: “Nosotros nos hemos cansado de perder dinero y hemos subido el flete 250 euros por slot de 20 pies. Antes el flete estaba en 550 euros.
El precio ahora del contenedor de 20 pies es de 800 euros de media. Los THC de las terminales son carísimos; el alquiler del contenedor son 70 euros y luego tenemos que pagar el barco. Con los nuevos fletes, no quedan ni 30 euros de margen. Con estos datos, es fácil imaginar el agujero que arrastramos los armadores. Encima, tenemos que soportar que los usuarios digan que somos unos ladrones. O me pagan el flete o cierro porque estoy harto de poner dinero.” El armador hace hincapié en este hecho: “Ya les he dicho a los clientes que si me vacían la bodega, paro los barcos y les dejos en manos del resto de competidores, algunos de los cuales han subido 25 euros menos que nosotros. En verano intentamos ahorrar dinero parando flota y los cargadores se pusieron nerviosos, aumentaron los volúmenes pero no había espacio. Está claro que si no pagan lo que vale el servicio, no podemos poner barcos”.
Una ruina de negocio
El empresario reconoce que “intentamos volver a unos fletes estables, que están muy lejos de los que tuvimos años atrás. Con los nuevos precios aún no ganamos dineros, es sólo para salir del hoyo en el que nos hemos metido. Lo que es una locura es hacer los servicios para no cobrarlos. Yo he subido mis fletes y no los voy a tocar. Y sino paro el barco, devuelvo el fletamento y vendo los contenedores porque no estoy dispuesto a arruinarme.
¡Y ahora quieren llevarnos a la CNC! ¿Acaso nos van a denunciar por hacer los números tan mal en los últimos años? No tengo ningún problema en enseñarles los números para que vean que he subido los fletes para cubrir las pérdidas”. Otro armador, que asegura que no ha entrado en la guerra de fletes que abrió Contenemar y siguió gran parte del sector, considera que el incremento de precios anunciado por alguno de sus competidores “es normal. Lo que no es de recibo es que algunos usuarios aseguren que están contratando los servicios de estos armadores con los nuevos fletes, pero que no los van a pagar hasta que no se pronuncie la CNC”.