La Autoridad Portuaria achaca la “grave situación económica” a los sobrecostes de la ampliación, que superaron los 260 millones.
Los números rojos del puerto de Gijón disparan las tasas el 30 por ciento. La entidad, que negoció con Puertos del Estado que la subida no fuera superior al 10 por ciento, achaca la “grave situación económica” de la dársena al sobrecoste de la ampliación, que superó los 260 millones, “deuda que lamina la proyección financiera” del puerto.
La “grave situación económicofinanciera” del puerto de Gijón, al haber tenido que “asumir los sobrecostes y la amortización de la obra de ampliación en su cuenta de resultados del ejercicio 2011”, aboca a la dársena a subir las tasas el 30 por ciento.
Así lo recoge el organismo portuario en un comunicado, en el que manifiesta que ha negociado “todo lo que ha podido” con Puertos del Estado el Plan de Empresa, aunque “la situación heredada por la actual Dirección es económicamente insostenible”, lo que ha obligado a cumplir con el incremento de tasas hasta el límite que marca la legislación portuaria. El presidente de la entidad, Emilio Menéndez, se lava las manos y achaca la mala situación económica del puerto a la “gestión del equipo gestor socialista anterior”.
En concreto, el máximo responsable de la dársena apunta tres causas principales que han dado lugar a la actual situación. En primer lugar, que la ampliación se llevó a cabo en base a un estudio “totalmente falso” de la realidad, al prever un movimiento de más de 30 millones de toneladas de graneles sólidos, cuando en la actualidad el tráfico ronda los 10 millones. En segundo lugar, los sobrecostes de más de 260 millones generados por la ampliación, “una deuda que lamina la proyección financiera de la Autoridad Portuaria”.
Y, por último, el hecho de que los anteriores gestores no modificaran las tasas al alza durante los últimos 10 años, pese al endeudamiento progresivo del puerto. Una situación que hubiera posibilitado equilibrar las cuentas.
Como consecuencia, continúa el comunicado, la Autoridad Portuaria ha incurrido en un endeudamiento de 465 millones de euros, en unos gastos financieros de más de 16 millones -en la cuenta de pérdidas y ganancias del ejercicio 2011- y en unos intereses adicionales acumulados de 7 millones, consecuencia de los contratos swap (permuta financiera). Además, hay que añadir los 6 millones de euros invertidos en la compra de terrenos en el Alto de Aboño para rellenos de la obra de ampliación del puerto, que nunca fueron utilizados.
NEGOCIACIONES INFRUCTUOSAS
El presidente del enclave asturiano cree que todo ello ha provocado la decisión de Fomento de establecer unos coeficientes correctores para la Autoridad Portuaria de Gijón de 1,3 (subida del 30 por ciento para las tasas del buque, mercancía y pasaje), según el Proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2012.
Emilio Menéndez recordó, en este sentido, que la dársena estaba negociando con Puertos del Estado que la subida no fuera superior al 10 por ciento, sin que finalmente pudiera modificarse el criterio del citado organismo público.
La aplicación de esta subida supondría un duro golpe a la competitividad del puerto de Gijón, que pasaría a ser el más caro del norte de España. Más si cabe en el actual escenario de caída de la actividad y, por tanto, de los tráficos, donde no sería de ninguna ayuda subir las tasas a los importadores y exportadores.
Las piezas del nuevo ‘puzzle’ no terminan de encajar
Las piezas del nuevo ‘puzzle’ del puerto de Gijón no encajan. El traslado de Ebhi a la ampliación, la puesta en marcha de una terminal de contenedores en las instalaciones que iba a dejar libre la terminal granelera y la planta regasificadora de Enagás, primera de las inversiones comprometidas y en marcha, están en el aire y ponen en solfa los pilares estratégicos sobre los que se sustenta el plan de desarrollo del puerto.
A la delicada situación de Ebhi, tras perder más de 6millones de toneladas en los últimos años, lo que hace inviable, a día de hoy, acometer su traslado, se une la decisión del Gobierno de paralizar la entrada en servicio de la planta regasificadora. Enagás ya ha anunciado que seguirá con las obras, ya que entiende que la infraestructura debe estar preparada para cuando Industria así lo considere. Del mal, el menos…
Es cierto que “la perspectiva de la ampliación es a decenios vista, no a corto plazo”, como aseguró el anterior presidente de la entidad, Fernando Menéndez Rexach. Demomento, sin embargo, pintan bastos.