Los olvidados

El transporte de mercancías por carretera debería ocupar un lugar central en el plan de recuperación global de la actual crisis. Su peso en la economía, no deja lugar a dudas. El sector emplea directamente a cerca de 4,5 millones de personas en la Unión Europea y contribuye en este espacio con más de 340 billones de euros a la economía. Además, el 85 por ciento de las toneladas que transitan por carretera se transportan en distancias inferiores a los 150 kilómetros, para las que no hay una alternativa viable.

Los citados registros los puso sobre la mesa el máximo representante del transporte por carretera en el ámbito internacional, Pere Padrosa, presidente de Astic y vicepresidente de la IRU, que presentó en Bruselas un ‘plan de rescate’ para impedir el empeoramiento de la crisis en el sector.

El empresario español cargó las tintas sobre uno de los principales males que terminan por lastrar la competitividad del transporte por carretera, que no es otro que el ser negado por los gobiernos de turno que, encima, penalizan al sector con demasiada facilidad y muy a menudo. En España, no hace falta ir más lejos, los transportistas sufren diariamente en sus propias carnes esta especie de ninguneo por parte de la Administración.

Por citar un ejemplo reciente, el Ministerio de Economía y Hacienda acaba de echar para atrás todas y cada una de las quince medidas propuestas por el Comité Nacional del Transporte por Carretera, que se supone que es el máximo órgano de interlocución del sector ante el Ejecutivo. Pero, ni por esas. Lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el Sol. Y esto es, precisamente, lo más preocupante.

A pocos sorprende ya, tanto dentro como fuera del sector, que el transporte por carretera importe más bien poco o nada, salvo que arme la de ‘Dios es Cristo’ y monte un paro salvaje y brutal, como ha cogido ya por costumbre para seguir poniendo parches coyunturales a lo que es un viejo problema estructural.

Y así, la luz al final de este túnel estará cada vez más lejos, porque la economía necesita los servicios del transporte para volverse a reactivar. No estaría de más recordar de vez en cuando que, por ejemplo, para tomar hoy un café se requiere la colaboración de 29 compañías de 18 países. Que alguien tome nota o será demasiado tarde.