La crisis se ceba con la carretera y se lleva por delante a 14 empresas de la relación de insolventes, que generan unas ventas totales de 183 millones y 1.500 empleos directos.
La intensa crisis ha abocado a 47 empresas de transporte y logística a presentar concurso de acreedores en 2008, lo que supone un incremento del 229 por ciento frente a 2007. De estas sociedades, que facturan 183 millones y emplean a 1.485 trabajadores directos, 14 se encuentran en proceso de liquidación o ya han sido extinguidas
Los procedimientos concursales (la antigua suspensión de pagos) se han disparadado entre las empresas de transporte y logística como consecuencia de la crisis económica. En concreto, 92 empresas del sector se vieron obligadas a suspender pagos en los juzgados de lo mercantil en 2008, lo que supuso un brusco incremento del 229 por ciento frente a los 28 concursos presentados en 2007, según datos del INE. Si bien es cierto que la estadística del INE no diferencia entre empresas de carga y pasaje, la realidad puede ser aún más cruda para el sector que aquí nos ocupa.
El rastreo realizado por TRANSPORTE XXI entre las páginas del BOE de 2008 arroja un saldo de 47 sociedades de transporte y logística (ver cuadro de la página 11) que se declararon insolventes, lo que viene a ser el 51 por ciento de los concursos consignados por el INE para el mismo ejercicio. Estas 47 empresas tiene un volumen de negocio de 183 millones de euros y emplean a 1.485 trabajadores. Estas cifras no son una cuestión baladí, más si tenemos en cuenta que 14 empresas sobre el total se encuentran en proceso de liquidación o ya extinguidas.
Es decir, el 30 por ciento de las empresas sectoriales concursadas en 2008 son historia, lo que ha supuesto una pérdida de 48,2 millones de euros en términos de negocio y de 342 empleos directos. Hay que hacer una salvedad en el estudio realizado por este periódico. En la relación de las suspensas de 2008 se han incluido tres sociedades (Catalán, Lodiscan y Stonetrans) cuyos concursos aparecen publicados en el BOE de enero de 2009 porque los mismos fueron presentados y admitidos por los juzgados de los mercantil a finales del año anterior.
También es evidente que el transporte de mercancías por carretera es el negocio más afectado por la intensa recesión económica, que ha servido además para hacer aún más evidentes los endémicos problemas estructurales de este nicho, como son la atomización y la falta de capitalización. En concreto, 38 de las 47 empresas que se declararon insolventes (el 81 por ciento) operan en la carretera y, de éstas, 4 pertenecen a la distribución postal.
El resto de deudores concursados son 4 compañías de logística (y almacenaje) y 4 transitarias. Sí destaca que las dos empresas con mayor facturación que presentaron concurso de acreedores son transitarias: LCL Fresh Service Iberia SL, con unas ventas de 32,8 millones, y Carexpress Logistics 2003, con 30 millones, cuyo procedimiento fue necesario (obligado por la Ley Concursal) y no del tipo voluntario, que fue el que predomina en la mayoría de los casos.
La falta de financiación pesa más en los concursos que el bajón de actividad
Las insolvencias se concentraron en el último cuatrimestre del año y alcanzan ya a empresas con ventas de más de 25 millones
La crisis económica es la causa general de que se hayan disparado los procesos concursales en el sector, sobre todo en la carretera. Pero el nudo gordiano va mucho allá de la contracción de la demanda y de los precios. El meollo del problema, extrapolable a todas las declaradas deudoras, está en la financiación. “La carencia absoluta de financiación bancaria provoca que no se puedan descontar los efectos mercantiles entregados como pago por los clientes de la empresa, de tal suerte que no es posible allegar fondos para satisfacer los gastos corrientes, y como más importante, los salarios de los trabajadores”, asegura un transportista por carretera en su escrito de concurso ante el juez.
“Por un parte, se retrasan a 90 días (en realidad más de 100 días en la mayor parte de los casos) los pagos de los clientes. Este retraso, unido a la exigencia de pago al contado para los suministros y gastos de explotación: gasóleo, lubricantes, ruedas, salarios, seguros, etc., provocan desequilibrios en la financiación del capital circulante, que se resuelve con elevados costos financieros. Por otra parte, estas deficiencias en la financiación de las empresas se ponen más de manifiesto si cabe en la práctica desaparición de la clásica financiación bancaria en el descuento de los efectos comerciales: letras de cambio y pagarés.
Estas circunstancias privan de liquidez a la empresa y le impiden cumplir con sus obligaciones corrientes”, concluye la citada concursada. El problema de la financiación bancaria no es exclusivo de las pequeñas empresas, aquellas que están por debajo de los 10 millones de facturación y que predominan en la carretera, si bien suponen el 91 por ciento de las empresas concursadas en 2008 y el 54 por ciento de las ventas de las mismas, según el estudio de TRANSPORTE XXI. Lo cierto es que las suspensiones de pagos ya han llegado a las medianas empresas.
De hecho, la relación de concursadas está encabezada por tres empresas con una factura media de 27 millones, como son LCL Fresh Service, Carexpress Logistics 2003 y Catalán. Otro hecho destacable es que las insolvencias sectoriales se concentraron en el último cuatrimestre del año, cuando la crisis se mostró con toda su crudeza. Si bien el INE dice que el 37% de los concursos se presentaron en los últimos cuatro meses, el estudio realizado por este periódico muestra que esta cifra es aún más abultada, llegando al 64 por ciento, es decir, 30 de los 47 procedimientos de 2008.