La patronal Anesco insiste en que “hay margen para bajar la presión fiscal a las terminales, lo que las haría más competitivas y generaría más actividad e inversión”.
El conjunto de los puertos españoles goza de una excelente salud económica. El sistema portuario de titularidad estatal, integrado por 46 puertos, que gestionan 28 Autoridades Portuarias, y coordina Puertos del Estado, cerró el ejercicio 2022 con una cifra de negocios de 1.190 millones de euros y un resultado consolidado de 318 millones de euros, que suponen unos incrementos del 11,5 y del 51,4 por ciento, respectivamente. Por su parte, el Ebitda se situó en los 648 millones de euros, un 18,7 por ciento más con respecto a los 546 millones de 2021.
“Los resultados económicos permiten afirmar, un año más, que hay margen para bajar la presión fiscal a las terminales, lo que las haría más competitivas y generaría más actividad e inversión”, según destacaron a este periódico fuentes de la Asociación Nacional de Empresas Estibadoras y Centros Portuarios de Empleo (Anesco). Se trata de una reivindicación histórica. En una reciente entrevista publicada en Transporte XXI, el secretario general de la patronal de estiba, José Luis Romero Castaño, ya apuntaba en esta dirección. “Existe un consenso en la comunidad portuaria en que no solo hay margen para reducir el nivel de tasas, sino también que es necesario y urgente”, advirtió Romero Castaño, al tiempo que ponía el foco en la fuerte subida de los costes energéticos como uno de los principales desafíos del sector, que “pone en riesgo futuras inversiones”.
El organismo público Puertos del Estado explicó que “el incremento de los ingresos se ha debido, en gran medida, al aumento del tráfico de mercancías (+3,5 por ciento), alcanzando los 563,3 millones de toneladas, según señala a través de un comunicado.
Además, recalcó que “el resultado del ejercicio consolidado del sistema portuario permitirá a los puertos de interés general preservar su autosuficiencia económico-financiera para acometer sus planes de inversiones y sus gastos de explotación, sin recurrir a la fiscalidad general del país”.
El presidente de Puertos del Estado, Álvaro Rodríguez Dapena, se mostró “satisfecho con los resultados ya que demuestran la robustez de nuestros puertos, dada la situación epidemiológica que hemos atravesado, a la que se unió a comienzos del año la invasión y declaración de guerra de Ucrania, hechos que han provocado una desestabilización de las redes de suministro, con la consiguiente repercusión en las cadenas logísticas y en el transporte marítimo”.
La mayor partida de los ingresos del sistema portuario, con 599 millones de euros, procede de las tasas de utilización, que incluyen entre otras las vinculada a la mercancía, al buque, y al pasaje. Por su parte, la tasa de ocupación generó unos ingresos de 298 millones de euros y de actividad, con 140 millones, representaron unos crecimientos del 0,8 y del 11,6 por ciento, respectivamente.
Sin embargo, el organismo público, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, incidió en que “se sigue poniendo de manifiesto las diferencias entre las autoridades portuarias, ya que las siete de mayor facturación representan casi el 60 por ciento del total del sistema portuario al cierre del pasado ejercicio”.
La equilibrada situación financiera del sistema portuario también se refleja en un capital circulante positivo de 1.625 millones de euros, un 4,7 por ciento menor que el de 2021. El activo no corriente se situó en 12.835 millones de euros, y el activo corriente en 2.094 millones. Además, el endeudamiento total a largo y corto plazo asciende a 1.264 millones de euros, lo cual supone una reducción del 10,9 por ciento.
Nuevo impulso a las inversiones
Las inversiones del sistema portuario ascendieron a 396,4 millones de euros, un 5,5 por ciento superiores a las realizadas en 2021, pero que son menos de la mitad de los 961,4 millones contemplados en sus planes de empresa. En línea con los objetivos destacados en el Marco Estratégico, Puertos del Estado y las Autoridades Portuarias han trazado un plan inversor con un desembolso anual presupuestado superior a los 1.000 millones de euros, y que hasta 2026 se prevé que supere los 5.250 millones de euros por parte de la iniciativa pública.
Este desarrollo está “orientado a satisfacer la demanda real y comprobable, con criterios de rentabilidad financiera y económico-social, así como sobre la base de atraer inversión privada”, según recoge el mismo comunicado de Puertos del Estado. De hecho, el desembolso privado previsto en los puertos españoles de interés general para 2023 asciende a 1.500 millones de euros y el total del periodo entre 2022 y 2026 se estima en 6.534 millones de euros, claramente superior a la inyección pública.