El organismo Puertos del Estado estima una grave afección en los flujos, con una caída de entre el 10 y el 22% en 2020, y se muestra partidario de proteger al sector logístico.
El presidente de Puertos del Estado, Francisco Toledo, ha avanzado que las dársenas españolas se enfrentan a una caída en sus tráficos de mercancías de entre el 10 y el 22 por ciento en 2020 como consecuencia de la crisis de actividad que está originando la pandemia del coronavirus, según las estimaciones realizadas por el organismo público.
En el escenario más favorable, se estima una pérdida de tráficos del 10 por ciento este año y un crecimiento del 12 por ciento en 2021, mientras que en el escenario más negativo la afección alcanzaría el 22 por ciento en 2020 y sólo habría una subida del 4 por ciento en el ejercicio siguiente. Hay que recordar que en 2019 los puertos españoles manejaron 552 millones de toneladas, por lo que la disminución oscilaría entre 55 y 122 millones de toneladas, un auténtico torpedo a la línea de crecimiento que han venido manteniendo los enclaves en los últimos años.
En cualquiera de los escenarios planteados, los puertos afrontarán su peor tormenta, una gran marea de inactividad la que sufrirán a corto plazo las empresas marítimo-portuarias, por lo que Toledo avanzó que “debemos estar preparados para proteger al sector logístico y tenemos que repensar cómo hay que hacerlo”, matizando que “la crisis tendrá un impacto mayor en los flujos que pasen por los puertos que la evolución del PIB”.
Toledo explicó estos escenarios y la política llevada por Puertos del Estado en las últimas semanas en el marco del webinar ‘Transporte y logística en tiempos de COVID-19’, organizado por la Cátedra Transporte y Sociedad de la Universidad Politécnica de Valencia. Sobre la afección concreta de la crisis de actividad en los tráficos, Toledo indicó que “todavía es pronto para concretar el escenario porque éste depende de la evolución de la economía española y mundial, aunque el escenario desfavorable que planteamos es muy difícil que se produzca”.
Todo va a depender de la evolución del comercio exterior que proyecta una tasa negativa de “entre el 12 y el 28 por ciento para 2020 y un crecimiento de entre el 20 y 24 por ciento”, según manifestó Toledo.
A preguntas de TRANSPORTE XXI sobre si las medidas de abaratamiento de las tasas portuarias tendrán continuidad en 2021, el presidente de Puertos del Estado destacó que “la reducción de tasas es coyuntural, dentro del horizonte del estado de alarma, aunque más allá de eso hay que ver cómo evolucionan las cosas”. Toledo recordó que “hay que pensar que el impacto de la crisis es muy diferente en el ámbito portuario, donde hay mercancías y pasajeros, por lo que habrá que ver cuál es la evolución”. “En función de eso -añadió- habrá que ver si hay que extenderlo más o no. De momento hay una ayuda para transitar por la crisis”.
Toledo indicó que la reducción temporal de tasas, “la primera vez que se hace en España por una crisis”, supondrá un ahorro de costes de más de 100 millones de euros a las empresas portuarias, mientras que los aplazamientos de pagos permitirán una inyección de liquidez de 250 millones de euros. Destacó que las autoridades portuarias han agilizado el pago a proveedores con un máximo de 13 días y se ha eliminado cualquier exigencia de tráficos o actividad mínima. Por último, anunció que Puertos del Estado está elaborando un Plan Plurianual de Inversiones Productivas, cuyo alcance no detalló.
En el webinar también participaron el consejero de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad, Arcadi España; el comisionado del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Boira; la representante de CEO Walter’s Dones, Pepa Torres; la directora comercial de Tiba, Belén Carratalá, y la eurodiputada del grupo Socialistas y Demócratas, Inmaculada Rodríguez Piñeiro.
El consejero Arcadi España destacó la necesidad de crear reservas estratégicas de material sanitario para adaptarnos a la nueva realidad tras la pandemia sufrida por la COVID-19, que permitiría disponer de existencias de forma permanente y que se utilizaría en caso de crisis, como ya sucede en otros países.
Por su parte, Josep Vicent Boira abogó por una alianza entre medios de transporte para potenciar el transporte de mercancías para reducir la elevada dependencia del transporte por carretera y aumentar el tráfico ferroviario en ancho europeo. El comisionado del Corredor Mediterráneo se mostró partidario de “ser proactivos, no reactivos, hay que acelerar alguna de las dinámicas porque España no puede ser una isla ferroviaria”.
Por último, la eurodiputada Inmaculada Rodríguez Piñeiro indicó que “tenemos la oportunidad de hacer el ferrocarril el medio del transporte y realizar una reindustrialización inteligente en Europa” de la que Valencia tiene el potencial adecuado “para ser el primer centro logístico del Mediterráneo”.