Algunos enclaves, como los sicilianos, han sufrido importantes caídas de hasta 4 millones de toneladas de mercancías durante el último ejercicio.
Italia mantiene un suave declive en su actividad portuaria que, a estas alturas, se prolonga a lo largo de los dos últimos ejercicios. Sus autoridades portuarias, más allá de unas pocas excepciones, no han conseguido en este tiempo atraer tráficos de mercancías del Mediterráneo hacia a sus dársenas.
Las exportaciones italianas aumentaron un 2,26 por ciento en 2019 y sumaron crecimientos desde 2009, marcando máximos históricos en cada ejercicio. Sin embargo, las ventas al exterior no han tenido reflejo en las cifras de actividad de los puertos, ya que los principales clientes de los productos italianos se encuentran dentro de la Unión Europea, por lo que la carretera y el ferrocarril son los beneficiarios de esta mejora.
Por su parte, la carga en los puertos alcanzó los 500 millones de toneladas en 2017 después de tres años de subidas, una cifra que cayó ligeramente en 2018, hasta los 491 millones de toneladas, una bajada de 9 millones. Durante 2019 la caída se ha acentuado sin descalabros llegando a los 479 millones de toneladas, con lo que un solo ejercicio se lleva 18 millones de toneladas, un 2,5 por ciento, y el conjunto se retrotrae a cifras de 2015.
Las dársenas italianas de la costa oeste movieron en 2019 casi un 2,9 por ciento más de contenedores que en el ejercicio anterior. Esta mejora se debe a ligeras subidas de algunos puertos como el de Nápoles, pero sobre todo a la subida de casi 200.000 TEUs de intercambio manejados en el puerto de Gioia Tauro. Una dinamización en la que la reciente adquisición del MedCenter Container Terminal de Gioia Tauro por parte de MSC ha tenido mucho que ver y ha conseguido una mejora del 8,33 por ciento respecto a 2018.
La carga general en el oeste italiano ha registrado un descenso de un 2,4 por ciento en 2019 en todas sus variantes, aunque, una vez más, Gioia Tauro mejoró un 0,3 por ciento por el buen desempeño de los graneles sólidos, que pasaron de las 488.662 toneladas en 2018 a 640.000, un 30,9 por ciento. También destacó el puerto de La Spezia, al sur de Génova que, aunque no hizo un buen ejercicio en general, subió un millón de toneladas en el manejo de graneles líquidos, pasando de 1.368.550 de toneladas a 2.132.635 en 2019, un 55,8 por ciento más.
De entre los puertos insulares occidentales, Cerdeña y Sicilia, destaca la dársena de Cagliari, por haber sufrido una caída de 2,6 millones de toneladas, pasando de los 48,8 millones de toneladas a 46,2 millones en 2019, un 5,4 por ciento. Esto se explica por la caída de un millón de toneladas en transporte de líquidos, casi otro en sólidos y la pérdida en el manejo de 135.000 TEUs.
El puerto sureño de Tarento, Mare Ionio, sin movimiento de contenedores, perdió en 2019 más de 3 millones de toneladas, pasando de 21,6 millones en 2018 a 18,1 millones el pasado ejercicio, más de un 16 por ciento. La decisión del gobierno italiano de añadir a su condición de Zona Económica Especial, la de puerto franco de IVA e impuestos, posiblemente dinamice su actividad pasada la crisis.
El conjunto de puertos orientales, más dispar en sus cifras de negocio, ha experimentado una caída de 3 millones de toneladas de carga en sus especialidades, un 1,7 por ciento. Sin embargo, en movimiento de TEUs, los puertos adriáticos han mejorado en casi 50.000 TEUs en 2019, lo que supone una subida del 2,6 por ciento.
El año 2019 fue un ejercicio en ligero descenso, pero los posibles efectos de la crisis del Covid-19 en la economía italiana no hacen augurar un ejercicio de recuperación.
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