Las inversiones planeadas por los enclaves ascienden a 80.000 millones de euros en la próxima década para atender las necesidades logísticas y energéticas del comercio marítimo mundial, según un informe de la Organización Europea de Puertos Marítimos.
Los puertos europeos van a afrontar importantes desafíos en la próxima década bajo un contexto geopolítico y geoeconómico que viene transformando el entorno económico. Para dar respuesta a sus retos, un estudio de la Organización Europea de Puertos Marítimos (ESPO) revela que los enclaves van a tener que realizar una inversión de 80.000 millones de euros en los próximos diez años para atender las necesidades logísticas y energéticas del comercio marítimo mundial.
Este estudio de inversión, un análisis de las necesidades de inversión de 84 organismos gestores portuarios, realizado por Peter de Langen, presenta los desafíos financieros a los que se tendrán que enfrentar el conjunto de los puertos europeos, aunque no detalla las necesidades por países o autoridades portuarias, según el documento publicado por ESPO, al que ha tenido acceso Transporte XXI.
El informe “profundiza en el papel cambiante de los puertos europeos, sus necesidades de inversión en evolución y las barreras que encuentran para convertir los proyectos de inversión en realidad”, explica la ESPO en un comunicado.
El estudio revela que las inversiones en sostenibilidad y transición energética “se están convirtiendo en la segunda categoría de inversión más importante para autoridades portuarias”. En este sentido, el 26 por ciento de las inversiones se destinarán a la expansión de terminales, mientras que un 24 por ciento se centrará en los servicios necesarios para atender la descarbonización de los enclaves europeos.
La ESPO indica que en la actualidad los puertos “hacen más que antes”, ya que han evolucionado “de ser centros multimodales en la cadena de suministro que une el mar con el interior, los puertos se están convirtiendo en centros y facilitadores de energías sostenibles, grupos industriales y de economía circular, así como importantes pilares de resiliencia geopolítica y geoeconómica”.
En este sentido, los puertos reclaman el apoyo financiero de la Unión Europea para “convertir todos los objetivos y ambiciones en un éxito”, dado que “hay proyectos con un alto valor social, pero con retornos de la inversión lentos, bajos y riesgos”. Desde la ESPO se valora “la necesidad de dotaciones portuarias específicas dentro de los diferentes instrumentos de financiación de la Unión Europa, en primer lugar a través del Mecanismo Conectar Europa, o un instrumento de financiación similar”. La asociación reclama un marco de apoyo sólido que aborde los desafíos de inversión que enfrentan.
El caso del Puerto de Valencia
En el estudio, se analiza particularmente el caso del Puerto de Valencia, con un estatus central dentro de la red TEN-T de Europa. El informe explica que en los últimos cinco años las inversiones del enclave español se centraron principalmente en el desarrollo de nueva infraestructura marítima y la mejora de la conectividad del puerto, con una inversión de 90 millones de euros en mejorar la conectividad ferroviaria del puerto, implementando un ancho de doble uso (estándar e ibérico).
El estudio explica que el puerto valenciano atenderá nuevas necesidades financieras hasta el ejercicio 2033, en materia de descarbonización de las operaciones portuarias y de las actividades marítimas relacionadas, junto con el suministro de energía renovable, redefiniendo el panorama de inversión del enclave.
ESPO indica que la principal inversión en Valencia se centrará en el desarrollo de una nueva terminal de contenedores de última generación en la zona de la ampliación norte del puerto, con una aportación de la Autoridad Portuaria de unos 560 millones de euros. Al mismo tiempo, se ejecutarán actuaciones sobre la mejora de la red portuaria y el nuevo suministro de energía para los buques, instalaciones que tendrán un coste de 180 millones de euros, mientras que la inversión en generación de energía renovable tendrá un valor de 74 millones de euros.