Para CCOO y UGT, que convocarán una asamblea en marzo para decidir medidas de protesta, la antigüedad es intocable.
Los sindicatos han roto las negociaciones con las patronales para firmar el que hubiera sido el primer convenio transitario de la provincia de Barcelona, tras 50meses de intentarlo las partes. El escollo insalvable ha sido la antigüedad. Los negociadores de Ateia y Agents Logistics no son representativos y disienten entre ellos, según CCOO
Cuatro años y dos meses de negociaciones para firmar el que hubiera sido el primer convenio de transitarios y agentes de aduana de la provincia de Barcelona, que afecta a un colectivo de unos 8.000 trabajadores y 250 empresas, han saltado por los aires. Cuando las partes habían logrado alcanzar un acuerdo en el 95 por ciento de las cuestiones, los sindicatos se levantaron de la mesa en febrero y dieron por rotas las negociaciones por lo que consideran un escollo insalvable, la antigüedad. CCOO y UGT y las patronales Ateia Barcelona y Agents Logistics (Colegio de Agentes de Aduanas) llegaron en verano al preacuerdo “de que habría antigüedad, pero, a la hora de concretarlo, no tienen palabra y no tiene sentido seguir negociando”, aseguró Ramón March, de CCOO, el sindicato mayoritario en este sector.
Las patronales “aceptamos la antigüedad para los trabajadores actuales que ya la tienen, pero no para los futuros. La antigüedad es muy onerosa para las empresas y actualmente está fuera de contexto”, aseguró Mariano Fernández, presidente de Ateia Barcelona. El otro punto de discrepancia es la categoría de aprendiz, “la propuesta patronal no pone límite de edad, con lo que una persona de 30 o más años puede estar cobrando 10.000 euros anuales”, según March. La figura del aprendiz “es necesaria y tiene una función importante. Si se tiene que limitar la edad, ya hablaríamos”, aseguró Joaquim Cabané, el negociador por parte de Agents Logistics.
Las patronales están dispuestas a “seguir negociando”. “No cerramos las puertas”, aseguran desde CCOO, eso sí, “siempre que acepten nuestra propuesta de antigüedad y arreglar la categoría de aprendiz”. No obstante, ahora, suenan tambores de guerra: los sindicatos convocarán en marzo una asamblea de trabajadores para “tomar medidas, movilizaciones o algún otro tipo de protesta”. “Cuando negociamos, negociamos y cuando nos tiramos al monte, nos tiramos al monte”, añadió March. Los sindicatos acusan a las patronales de disentir entre ellas y que sus negociadores “no son representativos, no tienen suficiente autoridad” para llegar a un acuerdo y que el mismo sea aceptado por las empresas a las que representan. “No tienen capacidad para obligar.
Un día llegamos a un acuerdo y a la siguiente reunión, se echan atrás”, añadió March, lo que desmiente la parte patronal. Además de Joaquim Cabané, por Ateia Barcelona negocia Jordi Nadal, que declinó hacer declaraciones. Barcelona es la provincia con más transitarias de España y donde nació la primera asociación del sector, pero es la única de las grandes que no cuenta con un convenio propio. A falta de un acuerdo propio, cuestión que colea desde los años 90, las relaciones laborales se rigen mayoritariamente por los convenios de transporte por carretera y de consignatarios.
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