La crisis mermará en 300 millones la cifra de negocio del sector y los portuarios perderán 100 millones en salarios durante 2009.
Los terminalistas han solicitado a Coordinadora más flexibilidad en los muelles para combatir la crisis, mientras que el sindicato hace hincapié en que los estibadores han sido los primeros en apretarse el cinturón. La crisis mermará en 300 millones la cifra de negocio del sector y los portuarios perderán 100 millones en salarios durante 2009
El segundo congreso del sindicato Coordinadora, celebrado los días 10 y 11 de junio en Barcelona, ha venido a demostrar que empresarios y trabajadores están en el mismo barco bajo la tempestad que sufre en la actualidad el sector. Las empresas estibadoras sufren hoy una pérdida de actividad que ronda el 30 por ciento, lo que supondrá dejar de ingresar entre 200 y 300 millones de euros de los 1.300 millones que factura el sector en España. Sólo en el primer cuatrimestre de 2009, los terminalistas han perdido un negocio de 28 millones de toneladas.
Por eso, las voces de los principales grupos portuarios españoles Dragados-SPL y TCB y de las compañías APM Terminals, Grimaldi y Hanjin vinieron a coincidir en la necesidad de abordar una mayor flexibilidad en los muelles españoles para combatir la recesión. Muelles que hoy cuentan con un 45 por ciento del total de 6.700 trabajadores portuarios con la soga del ERE ante la reducción de actividad y sobre los que pende la necesidad de articular una reducción de costes laborales en nichos de negocio como el transbordo. Mientras, Coordinadora insiste en que los portuarios han sido los primeros en apretarse el cinturón.
“Nadie nos ha valorado en su justa medida la contención salarial que estamos haciendo. El 80 por ciento de nuestro salario se basa en la producción y si la producción baja, automáticamente se reduce nuestro salario”, señaló Antolín Goya, que durante el Congreso fue reelegido, por un periodo de cuatro años más, máximo responsable de Coordinadora. Y al caer los tráficos, “ha aumentado la producción al contar con más espacio y más capacidad de movimiento”. “Estamos poniendo dinero y estamos dando ahora, más que nunca, un mejor servicio”.
Ante la crisis, Goya abogó por mantener la senda de dar una respuesta “localmente, en cada puerto, para dar estabilidad al sector”, y si es necesario, ERES temporales. Además, hizo un llamamiento a las empresas para “intentar conjuntamente fortalecer tráficos, consolidando no únicamente el cautivo, si no también el transbordo”, eso sí, “primando el mantenimiento de las plantillas”, añadió Goya. Junto a este discurso, las empresas estibadoras insisten en la necesidad de la flexibilidad, tanto para armadores locales como foráneos.
Hoy los terminalistas ven reducir al mínimo su margen para no perder los tráficos de navieras que tampoco ven la luz al final del túnel. Si las estibadoras reducen su posición competitiva en el mercado, el colectivo de trabajadores portuarios será el gran afectado. De momento sus salarios se verán reducidos durante 2009 en 100 millones de euros por la crisis. Por eso, el histórico ex dirigente de Coordinadora, Julián García, retó a los suyos a saber adaptarse a la situación.
“Tenéis que demostrar que sabéis navegar con olas”, señaló en referencia a que algunos de los delegados del sindicato presentes únicamente han conocido la bonanza en la estiba. La generación que fundó Coordinadora, hace treinta años, “supimos navegar no sin olas, sin mar. No había nada, sólo trabajo y todo en contra”, añadió García. Por su parte, el presidente de la patronal Anesco, Javier Vidal, que centró su discurso en las tensas relaciones con la anterior cúpula de Fomento, invitó “a quien no quiera estar en los puertos, que se vaya y nos deje trabajar a los demás. O trabajamos todos a una o se nos comerán”, añadió.