Los últimos meses del año, con una caída media del 20%, lastraron el balance final.
Los tráficos ferroviarios del puerto de Barcelona con Madrid, a través del puerto seco de Azuqueca (Guadalajara), crecieron el 8,4 por ciento en el pasado año. De todos modos, el fuerte descenso registrado en los dos últimos meses de 2008, con una caída media del 20 por ciento, vino a lastrar el balance final de tráficos
Las conexiones ferroviarias entre el puerto de Barcelona y Madrid, a través del puerto seco de Azuqueca de Henares (Guadalajara), registraron un crecimiento del 8,4 por ciento en 2008, tras totalizar un tráfico de 19.488 TEUs frente a los 17.973 contabilizados el ejercicio anterior. A pesar de este incremento, el tráfico anual entre Barcelona y Azuqueca se vio lastrado por la fuerte caída de los dos últimos meses. Así, en el mes de noviembre, el tráfico se situó en 648 TEUs, es decir, un 23 por ciento menos que en el mismo mes del año anterior; mientras que en el mes de diciembre la caída se amortiguó algo más al alcanzar los 591 TEUs (-14%).
A esto, además, hay que sumarle la incidencia del paro en el sector del transporte, así como la suspensión de los tráficos de Spain-Rail, lo que conllevó un descenso del 16 por ciento (632 TEUs) en el tráfico de mayo entre Barcelona y Azuqueca, ya que “muchos trenes se desviaron hacia el puerto seco de Coslada”, asegura el delegado en Madrid del puerto de Barcelona, Miguel Ángel Palomero. Por su parte, el número de trenes operados en la terminal ferroviaria de Azuqueca experimentó un descenso del 4,3 por ciento en 2008, al situarse en un total de 407 trenes frente a los 425 de 2007.
La explicación de que el número de TEUs haya crecido pese al descenso en trenes operados la encontramos en que “hemos pasado de trenes de algo más de 400 metros de longitud a trenes de 500 metros, con lo que en vez de meter 54 TEUs hemos alcanzado los 60 TEUs”. Actualmente, en la conexión entre el puerto de Barcelona y la terminal alcarreña no ha circulado ningún tren de 600 metros, como ocurre en el caso de Madrid y Valencia, porque “de momento, no nos interesa”, aclara Palomero. La explicación está en que la mayoría de los trenes operados en esta conexión llevan mercancía pesada de import-export. La apuesta por los trenes de 600 metros no llegará “hasta que no empiecen a circular las nuevas locomotoras Bombardier, que actualmente están en fase de fabricación y que cuentan con un 30 por ciento más de potencia de arrastre”, señala y añade que “la crisis también va a influir en ello”.
Precisamente, teniendo en cuenta la situación de crisis actual, el objetivo de los responsables del puerto de Barcelona de cara a 2009 pasa por mantener los niveles de tráfico registrados en la conexión. Posteriormente, ya en 2010, las perspectivas son mucho más positivas, puesto que está previsto que en ese año entre en acción la nueva terminal que explotará Hutchinson en el puerto de Barcelona, lo que se prevé que repercuta positivamente en los tráficos entre la dársena barcelonesa y la Comunidad de Madrid.