En las últimas semanas de campaña “más de un 30 por ciento de la flota está parada por falta de actividad decente o por carencia de posibilidades para sacar el coste. Ahora mismo no hay nadie que en un viaje de ida y vuelta saque a un euro el kilómetro haciendo internacional, y el que diga lo contrario miente”, según reconoce Pedro Conejero, Director Gerente de Transportes Caudete. El empresario señalaba a este periódico que “los precios de Murcia a Europa no salen a un euro el kilómetro de origen a destino y no se vuelve ni a 0,80 euros. Ese viaje lleva una pérdida de 700 euros si es una firma seria”, pese al descenso del precio del gasóleo.
Las expectativas para lo que resta de campaña y para la próxima, que se iniciará en octubre, son toda una incógnita. Unos empresarios creen que habrá un ligero aumento en la mercancía hortofrutícola, debido al acceso a nuevos destinos en países del Este de Europa, y al hecho de que los productos alimentarios estén menos castigados por el estancamiento del consumo, mientras que otros auguran una panorama negativo afirmando que “no veo ningún brote verde, lo veo todo oscuro, vamos a ver quién arranca en octubre, porque en cítricos hay menos producción programada”.
Y es que, en el caso del transporte internacional, el temor es tanto a una afección negativa en el tráfico de exportación, y a que las importaciones a España continúen demasiado relajadas, lo que volverá a suponer que los viajes que hacen de vuelta con otro tipo de productos los camiones que a la ida van cargados con frutas y verduras no sean rentables. Desde varias patronales del sector se señala que es urgente para el futuro del sector la creación de “una mayor estructura empresarial para poder negociar mejores contratos de transporte frigorífico en el futuro”.
La única opción para paliar los efectos de la crisis parece la creación de consorcios de empresas del sector “para conseguir ser capaces de trasladar una mayor oferta al extranjero y realizar contratos directamente con las grandes marcas”, matizando que “el verdadero problema del sector sigue siendo la atomización que presenta el sector, el exceso de empresas pequeñas y la falta de formación”.
Otro problema que ha tenido que sortear el sector frigorífico durante esta campaña, al igual que el resto de sectores económicos españoles, ha sido el recorte de las líneas de financiación, lo que está suponiendo problemas de liquidez. Sin embargo, la reducción de la inflación supone un mínimo respiro en los tipos de interés, lo que reducirá el impacto de la carga financiera de los vehículos financiados a tipos de interés variables.
La falta de crédito ha originado retrasos en los pagos e insolvencias de clientes y de proveedores que ayudan a resolver las puntas. La falta de circulante y la escasa renovación de flotas ante la alegría de otros años marcarán el futuro a medio plazo del sector, alargando la vida de las tractoras.
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