Las voces más críticas destacan el “bajo nivel” de un Comité “alejado de la realidad” y lamentan la “enésima oportunidad perdida” para abordar la modernización del sector.
Ha pasado un mes desde el pasado 16 de febrero, pero aún se escuchan los ecos de la primera reunión del ministro de Fomento, José Blanco, con el Comité Nacional del Transporte por Carretera, que reflejó la ‘Torre de Babel’ en la que se ha convertido el máximo órgano de interlocución del sector ante la Administración, que pierde credibilidad a borbotones
Las intervenciones de los presidentes de las principales organizaciones sectoriales, que ni siquiera lograron ponerse de acuerdo para preparar con tiempo una cita largamente esperada, estuvieron plagadas de “discursos inconexos y vacíos de contenido”, que “nada tienen que ver con la representatividad empresarial que se supone que debería tener el Comité Nacional”. Así de contundentes se mostraron algunos de los protagonistas de la reunión consultados por este periódico, que censuraron la “pobre imagen” dada “por enésima vez” por los principales dirigentes del sector, mientras el ministro de Fomento, José Blanco, “tomaba buena nota”.
A modo de ejemplo, destacaron que el propio presidente del Comité Nacional y vicepresidente de la patronal CETM, Ovidio de la Roza, no llegó ni a terminar el encuentro con el ministro Blanco, que se alargó más de lo previsto inicialmente, porque “tenía que coger un vuelo de regreso a casa”. Con todo, tuvo tiempo de recalcar “el papel fundamental del transporte por carretera en la economía española”, para el que reclamó “igualdad de trato frente a otros modos”, algo que, según De la Roza, “no se está produciendo en estos momentos”.
Igualmente, el presidente de CETM, Marcos Montero, tras “exponer la dramática situación del sector”, solicitó “un mayor control sobre aquellas cooperativas de trabajo asociado que actúan fuera de la ley, la extensión del aplazamiento de las cuotas a la Seguridad Social durante dos años más y una reforma profunda de la LOTT para consensuar aspectos tan relevantes como el régimen sancionador y el acceso a la profesión y al mercado”, entre otros. Por su parte, el presidente de Fenadismer, Julio Villaescusa, defendió el papel de los autónomos, pymes y cooperativas y volvió a utilizar el término de “especuladores” para referirse a los que pagan el transporte, ya sean cargadores, agencias u operadores logísticos, y “abusan” de los transportistas.
Así las cosas, no es de extrañar que los principales dirigentes del sector utilizasen expresiones como “el pan nuestro de cada día”, “nada nuevo bajo el sol” o “más de lo mismo”, para resumir la reunión con el ministro de Fomento. Incluso a la hora de poner nota al encuentro, la mayor parte de los asistentes coincidieron al señalar que “Blanco estuvo sobresaliente”, mientras “el sector no llegó al aprobado”, aunque los mismos protagonistas recordaron que “en las reuniones con el Comité hasta Magdalena Álvarez –su antecesora en el cargo- estaba sembrada”, lo que da una idea del “bajo nivel” de los principales dirigentes que manejan los hilos del transporte español de mercancías por carretera. Las voces más críticas del Comité lamentaron, en este sentido, que se ha vuelto a “perder una oportunidad de oro” para reclamar al Ejecutivo lo que “verdaderamente se necesita para acometer la modernización del sector y ser más competitivos”.
Y es que, añadieron, “la mayoría de los dirigentes no van a defender los intereses del transporte por carretera, sino a destacar el papel de su organización. Cada uno va a lo suyo y sólo quieren tener su minuto de gloria”. De hecho, estos empresarios subrayaron que la reunión con el ministro, reclamada desde que Blanco tomó el testigo de Magdalena Álvarez al frente de la cartera de Fomento, hace casi un año, únicamente sirvió para que observase que “somos un grupo muy heterogéneo, poco cohesionado y sin ningún tipo de afinidad entre nosotros”.
Con tono de resignación, las mismas fuentes insistieron en que “no podemos pedir peras al olmo. Es lo que hay y lo que seguirá habiendo”, ya que, a juzgar por el proceso actualmente en marcha, “no parece que Fomento tiene intención de cambiar el actual modelo para acreditar la representatividad del sector en el Comité Nacional, que se ha quedado obsoleto”. En la misma línea, otro de los asiduos a las reuniones del Comité, que en esta ocasión se quedó fuera porque había ‘numerus clausus’ -un representante por organización-, también destacó el “bajo nivel” de los principales representantes del sector, donde “cada uno guarda su propia viña”.
Apuntó, en este sentido, que “el papel que nos queda en el sector es hacer de gestores y, hoy por hoy, no nos engañemos, vivimos del dinero de Fomento, no de las cuotas de los asociados”. Así las cosas, la pregunta es obligada… “¿Y quién muerde la mano de quien te da de comer?”, concluyó. Con todo, los impulsores de un cambio en el Comité confían en que el ministro, acompañado por la secretaria de Estado de Transportes, Concepción Gutiérrez, el secretario general de Transportes, José Luis Cachafeiro, y el director general de Transporte Terrestre, Juan Miguel Sánchez, tomase buena nota de que “es muy difícil trabajar con el actual Comité, que no refleja la realidad de sector, y tome cartas en el asunto para revertir la situación”.